Las redes sociales no tardaron en rendirse ante una historia tan simple como conmovedora. Un perro callejero se convirtió en el protagonista inesperado de un emotivo momento luego de ingresar a una tienda Miniso en Yucatán, México y “robarse” un peluche que terminó siendo su regalo de Navidad.
Lo que pudo ser un incidente incómodo se transformó, gracias a la empatía colectiva, en una escena que hoy le da la vuelta al mundo digital.
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Según los videos que circulan en plataformas como TikTok y X, el perro entró con total naturalidad al establecimiento y, tras recorrer algunos pasillos, se dirigió directamente al área de peluches.
Sin dudarlo, tomó uno con su hocico y comenzó a correr y a jugar, como si hubiese encontrado un pequeño tesoro capaz de aliviar por un momento la dureza de la vida en la calle.
El perro que se robó sonrisas en plena tienda
Al notar que el animal se llevaba un producto sin pagar, los empleados del local intentaron intervenir para recuperar el peluche y realizar el proceso de facturación.
Sin embargo, el perro, lejos de mostrarse agresivo o asustado, continuó jugando y esquivando con agilidad cualquier intento por quitárselo. La escena, observada por varios clientes, generó risas, ternura y una creciente complicidad entre los presentes.
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Lejos de molestarse, muchas personas comenzaron a grabar el momento. En una de las grabaciones más difundidas se ve al animal ya fuera de la tienda, feliz, jugando con el peluche como si fuera su mayor tesoro.
En cuestión de horas, el video se volvió viral y acumuló miles de reproducciones y comentarios.
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Un perro callejero entro a un local
— ElBuni (@therealbuni) December 25, 2025
Agarro un peluche
Y como no se lo podían sacar, la gente junto plata y se lo regalaron para navida
Se fue re feliz el bicho pic.twitter.com/jOErNrShPZ
Un perro, un peluche y un gesto que se volvió viral
La historia dio un giro aún más emotivo cuando los clientes que presenciaban la escena decidieron actuar. Al ver que el perro no soltaba su nuevo juguete y que el personal solo buscaba cumplir con su labor, varias personas reunieron dinero entre todos y pagaron el valor del peluche. De esta forma, el improvisado “robo” se convirtió en un regalo legítimo y cargado de significado.
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El animal salió del lugar con su peluche en el hocico, mientras los presentes celebraban el gesto con aplausos y sonrisas. En redes sociales, miles de usuarios reaccionaron destacando la humanidad del momento y recordando la importancia de mirar con más sensibilidad a los animales en situación de calle.
Más allá de la viralidad, esta historia del perro de Miniso se convirtió en un símbolo de solidaridad en medio de las fiestas decembrinas. Un pequeño acto, casi espontáneo, recordó que la Navidad no solo se trata de compras y celebraciones, sino también de empatía, comunidad y cuidado hacia los más vulnerables.
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