Video: madre le miente a su hijo con cáncer para que muera feliz

En redes sociales se hizo viral el video de una madre, que en medio de su dolor, decidió mentirle a su hijo con cáncer para que muriera tranquilo; la mujer le hizo creer que ya estaba libre de cáncer.En las imágenes se ve a Omar tocar la campana que para los pacientes con esta patología significa "libre de cáncer". Allí lo acompaña su madre, quien se desborda en llanto mientras él sonríe.El pequeño, que fue diagnosticado con Linfoma No Hodgkin, un cáncer que comienza en los glóbulos blancos y termina afectando el sistema inmunitario del ser humano, fue aplaudido por otros niños y pacientes como símbolo de "victoria", pese a que la realidad era otra: los médicos ya habían agotado todos los intentos por salvarlo.“Uno de los peores días de mi vida. Mentirle a él. Decirle que su tratamiento fue bien y que finalmente había terminado y que podía tocar la campana porque había terminado (...) Pero eso estaba lejos de la verdad ¿Cómo le dices a tu hijo que se va a casa a pasar sus últimos días con su familia? Simplemente, no se puede”, relató la mamá de Omar.“Los doctores me preguntaban que si no le iba a decir, y ¿qué se suponía que debía decirle? ¿Que el tratamiento que hizo que tuviera múltiples cirugías no funcionó y tiene que irse a casa hasta que muera?”, agregó la valiente mujer.Tras la viralización del video, varios internautas expresaron sus condolencias y se mostraron conmovidos por la decisión de la madre, quien además, ya había perdido otro hijo de cuatro añitos también por quebrantos de salud. Omar, de 10 años, falleció el año pasado a pocos días de haber tocado la campaña; sin embargo, hasta hace pocas semanas el video se hizo viral."Me hizo recordar cuando mamá me decía come, y yo le decía y usted? Me decía, ya comí faltas tú, sin imaginar que no había", "los que seguimos aquí somos tan afortunados", "ufff que duro… finalmente, mamás", "Wow! Que fuerte esa mamá", son algunos de los comentarios en la publicación.Te puede interesar: Hipnosis en La Kalle, más de uno se emberracó