Rubén Jaramillo, presunto asesino de su expareja Belkis Orozco, se entregó a las autoridades por los hechos que sucedieron el pasado fin de semana en Turbaco, Bolívar.
Lo que se sabe de este caso, es que el sábado santo la mujer de 40 años y madre de dos niñas, estaba con su familia y amigos compartiendo un rato, durante esa noche el presunto asesino estaba tomando con sus amigos en otro lugar y en un momento fue hasta donde estaba la mujer y espero a que ella se alejara de la casa.
Cerca de las 3:20 de la mañana del día domingo, Rubén Jaramillo puso en marcha su plan y se acercó a su expareja y le disparó en el pecho, delante de todos sus allegados.
Minutos más tarde se fugó de la zona y salió del pueblo, sin embargo, pasados algunos días decidió entregarse a las autoridades competentes.
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Lo que dice Rubén Jaramillo sobre este crimen y su única defensa es que no se acuerda de lo que hizo porque llevaba tres días bebiendo licor.
El coronel Wilson Prada, comandante de Policía de Cartagena, dijo sobre este caso: "Nuestras unidades policiales llegan al lugar de los hechos, recolectan información e inmediatamente activan un plan candado y tras la presión ejercida dándole búsqueda a este sujeto, finalmente termina voluntariamente entregándose a las autoridades de la estación de Policía de Turbaco, quienes lo presentan a la Fiscalía General de la Nación".
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Javier Cantillo, primo de la víctima, habló en los medios sobre cómo era la relación entre la pareja: "Belkis siempre nos decía que él la trataba mal, pero que por las niñas pensaba que él podía cambiar y por eso le seguía dando una oportunidad, esperando que él tomara la iniciativa y no dejará morir la relación, pero ese maltrato nunca se detuvo. Al final se cansó de darle una oportunidad".
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