La aparición de una especie de cangrejo rojo en inmediaciones del río Bogotá y algunos municipios cercanos desató una alerta en la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) que advierte las serias consecuencias de manipular y consumir este animal.
Y es que este animal desata tanta curiosidad en la ciudadanía que algunas personas han comenzado a atraparlos e, incluso, intentar prepararlos para consumo, por eso desde la entidad se emitió una alerta para evitar que sean utilizados como alimento.
La alerta está enfocada especialmente a los residentes de los municipios ubicados en la cuenca alta del río Bogotá y Valle de Ubaté ya que son los más cercanos a los lugares donde se estaría presentando esta especie de cangrejo rojo americano, la cual es catalogada como especie invasora que afecta los ecosistemas locales.
El cangrejo rojo americano, también conocido como langostilla de río o cangrejo de Louisiana, fue identificado como una amenaza para el equilibrio ambiental de los hábitats acuáticos y terrestres donde se encuentra presente; pero además, es un gran riesgo para la salud humana.
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Por eso el director de Innovación de la CAR, Julio César Pulido Puerto, hizo un llamado a las autoridades locales, sanitarias y a la comunidad en general para que eviten cualquier tipo de contacto con esta especie invasora, así como su consumo. Pues se tiene evidencia que algunas personas optan por tomar estos animales como alimentos exóticos.
Y al estar en Semana Santa, cuando aumenta la comercialización y consumo de pescado, también podría aumentar la venta de este cangrejo rojo sin el conocimiento de los riesgos para consumidores.
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De igual forma la CAR advierte a los visitantes de parques ecoturísticos en las zonas altas de los ríos Bogotá y Suárez que si llegan a avistar este tipo de animales se abstengan de manipularlos, al tiempo que protejan a sus mascotas de tener contacto con esta especie que continúa representando una seria amenaza para la biodiversidad.
La entidad explica que el cangrejo rojo es portador de diversos virus y parásitos que terminan siendo letales para otras especies animales y humanas por lo que el solo contacto físico podría desencadenar consecuencias.
La presencia del cangrejo rojo se ha convertido en un reto para autoridades ambientales ya que presenta una alta adaptación en aguas contaminadas, como el río Bogotá, y su capacidad para generar alteraciones en las poblaciones de especies nativas.
Ante esta situación la CAR pide colaboración para controlar y manejar esta especie invasora mediante la promoción de la investigación, educación y medidas de control necesarias para detener su propagación en la región.
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