La información indica que 500 personas murieron en el sur, 100 en Grand Anse, 122 en Nippes y 2 en el Noreste.
El terremoto destruyó "muchos" hospitales, escuelas, iglesias, hoteles y empresas privadas, dijo en rueda de prensa Jerry Chandler, director general de Protección Civil, mientras continúan las tareas de rescate y la evaluación de los daños.
El terremoto, que ya forma parte los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica, se registró a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con un hipocentro de 10 kilómetros de profundidad, y también se sintió en la República Dominicana y Cuba.
Tras calificar de "dramática" la situación a causa del siniestro, el primer ministro, Ariel Henry, declaró ayer el estado de emergencia.
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A la situación de urgencia a causa del sismo hay que añadir la crisis política, agravada por el asesinato del presidente del país, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, así como los efectos de la covid-19.
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