Batalla campal en partido de fútbol: jugadores de Maracaneiros fueron robados y agredidos

En un triste episodio de violencia en el mundo del fútbol juvenil, los jugadores y el cuerpo técnico del equipo Maracaneiros, de Bogotá, fueron víctimas de una brutal agresión durante un partido contra Boca Juniors de Soledad , en el estadio Moderno de Barranquilla, como parte de la quinta fase del torneo Sub-17 de la Difútbol.

Los lamentables hechos ocurrieron el pasado domingo, cuando, antes incluso de iniciar el partido, los simpatizantes del equipo rival comenzaron a proferir insultos y agresiones verbales hacia los jóvenes jugadores y tres padres que habían viajado para acompañar al equipo. La situación rápidamente se deterioró, con individuos no identificados arrojando pirotecnia y objetos hacia los jugadores de Maracaneiros, así como hacia su banca técnica.

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El presidente del club, el profesor Raúl Salamanca, relató la escalada de violencia: "Fue en la quinta ronda del torneo nacional sub 17 B. En Bogotá quedó el partido 5-0 a favor de Maracaneiros, sin ningún problema, un partido normal. Sin expulsiones, todo absolutamente normal. En la vuelta, jugamos en el estadio Moderno de Barranquilla contra el equipo Boca Juniors de Soledad. Viajaron únicamente tres padres de Maracaneiros y sin iniciar el partido, los simpatizantes, podría decir que delincuentes, comenzaron a decir ‘estos son los cachacos de Bogotá’ y agreden a un papá antes de empezar el partido, una media hora antes" .

El caos continuó durante el partido, con agresiones verbales y físicas dirigidas hacia los jugadores de Maracaneiros. A pesar de las dificultades, el equipo bogotano continuó jugando y el partido concluyó con un marcador de 6-3 a favor de Boca Juniors de Soledad. Finalmente, el árbitro decidió dar por terminado el encuentro debido a la falta de garantías para la seguridad de los jugadores.

La situación empeoró tras el pitazo final, cuando los simpatizantes del equipo rival se abalanzaron sobre el banco de Maracaneiros y los padres presentes, robando sus pertenencias, incluyendo documentos, celulares y dinero. El propio entrenador del equipo fue víctima de robo.

Como resultado de los actos violentos, siete jugadores de Maracaneiros sufrieron contusiones y raspones. Ahora, el club ha iniciado denuncias ante las autoridades deportivas, penales y policiales para que se tomen medidas contra los responsables de estos actos repudiables.

Se espera una pronta respuesta por parte de la Difútbol, organizadora del torneo, así como de las autoridades de la ciudad de Barranquilla, en un intento de garantizar la seguridad y el fair play en los eventos deportivos juveniles.

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