El 31 de diciembre a las 11:55 pm las uvas, agüeros y rituales hacen su entrada triunfal. Las personas pausan su nostalgia para soñar, para poner en un solo lugar todo lo que desean el próximo año.
No hay fórmulas mágicas, ni ritos para que por arte de magia todo se cumpla, pero sí te dejaremos un par de recomendaciones para que el 31 de diciembre del 2019 digas… ¡lo logré!
En primera medida, debes dejar de individualizar tus deseos, entender que todotiene que ver contigo y, por ende, todo está relacionado.
Cuidar tu cuerpo:
Esta suele aparecer en la lista de deseos como ‘hacer el ejercicio o ir al gimnasio’. Es ideal que para este punto metamos en el mismo ‘costal’ temas relacionados con la salud y el bienestar.Poner metas ‘aterrizadas’; si prometes que cinco días a la semana harás ejercicio, a la tercera semana la decepción puede apoderarse de ti: “Solo fui cuatro días” y es ahí cuando se empieza a abandonar la misión.
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Encontrar actividades que disfrutes al máximo que no sea una tortura. Eso sí, sin descuidar tu salud: A sacar citas médicas y cuidarse en todo sentido.
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Ahorrar: ¡Para todo se necesita plata! Por eso es fundamental que cuides mucho tus finanzas. Puedes poner metas de ahorro mensuales y de paso organizar muy bien tus gastos. “El que paga lo que debe, sabe lo que tiene”, salir de las ‘culebras’ responsablemente será una clave para liberarte financieramente.
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Compartir: Esta palabra envuelve una cantidad de personas en nuestra vida que nos alimentan el alma. La vitamina de cada proyecto debe ser el amor, por eso es fundamental que dediques calidad de tiempo a las personas que te quieren y ¿por qué no? arreglar enemistades y retomar viejos amigos. Con seguridad, al final del 2019 te sentirás muy feliz y orgulloso de ello.
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Viajar: ¿Quién no quisiera que TODOS sus fines de semana tuvieran como ritual alistar maletas y viajar a un lugar paradisiaco? ¿Quién no se emociona con paisajes fabulosos en internet? Esto puede ser real sin necesidad de correr como un loco con maletas por tu barrio.
Volvemos al primer punto: conexión entre los propósitos. El ahorrar y destinar dinero para la diversión debe ser una prioridad. Puedes poner en tu lista un destino “grande”, un lugar con el que sueñas conocer. Escoger una fecha de temporada baja y procurar comprar los pasajes con tiempo de anticipación.
¿El resto del año? Puedes convertirte en turista de tu propia ciudad. Conocer museos, restaurantes, parques o actividades locales que tienen mucho valor. El saber aprovechar las cosas pequeñas te hará enorme ante la adversidad. Luego de tu ciudad puedes planear cada dos o tres meses un viaje a un pueblito cercano que no te implique gastos exagerados , así conocerás la riqueza de tu país y seguramente te encontrarás con escenarios fantásticos.
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Dejar un vicio: No todo tiene que ver con adquirir, muchos de nosotros debemos dejar cosas que nos hacen daño: una relación tóxica, amistades peligrosas o un vicio que le hace daño a nuestro cuerpo.
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Paso a paso, metas semanales y una ‘penitencia’ personal para cuando caigas en tu batalla, pueden ayudar mucho. Ser consiente de nuestra debilidad, la clave para arrancar un cambio.
Soledad: Claro que es importante compartir con los demás, ¿pero el tiempo para ti? Es fundamental que te consientas, que puedas incluir en tu rutina semanal un día para cuidar tu piel, para salir a cine solo, comer algo delicioso para encontrarte contigo mismo.
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Aprender algo nuevo: Si dentro de los propósitos el tema de estudiar está como prioridad , pero el dinero no alcanza. Puedes diseñar una estrategia para estudiar de manera autónoma. Leer un libro mensual o dedicar un par de horas a la semana para acceder a la rica aula de internet del tema que desees.
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