Una red criminal que se valía de la vulnerabilidad de adultos mayores para perpetrar robos en cajeros automáticos fue desarticulada por las autoridades, luego de meses de seguimiento e investigación exhaustiva.
El caso fue dado a conocer por la Revista Semana, según el relato de este medio de comunicación los delincuentes, a través de una fachada de amables ciudadanos convirtieron a adultos mayores en presas incautas y a los cajeros electrónicos de la ciudad, en sus aliados para cometer los delitos con los cuales lograron robar más de 300 millones de pesos.
El modus operandi de esta banda, que operaba en centros comerciales de Bogotá, Cundinamarca, Tolima, Santander, Antioquia y el departamento de Meta, fue descubierto por el CTI de la Fiscalía que a través de interceptaciones telefónicas lograron capturar a tres de ellos.
Los delincuentes, cercanos e incluso familiares entre sí, coordinaban meticulosamente sus acciones mediante comunicaciones telefónicas. Utilizaban distintas artimañas para identificar a sus objetivos y ejecutar sus planes delictivos sin dejar rastro, aprovechándose de la confianza y la inocencia de las personas mayores.
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Los audios obtenidos por las autoridades muestran cómo los criminales compartían las claves de acceso a las cuentas bancarias de sus víctimas, celebrando su éxito en la comisión de los delitos. Además, se burlaban de manera despiadada de las personas a las que engañaban y explotaban.
"Aló, El señor está tranquilo, está tranquilo", "Súbase, 1933 la clave, es un cucho como de plata, subase al carro y nos vamos", "Hágale que el cucho ni se dio cuenta, yo la estoy mirando nadie la viene siguiendo", son algunos de los apartes de la conversación entre los capturados.
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Las investigaciones del CTI en la seccional de Fiscalías de Bogotá revelaron la existencia de varias modalidades utilizadas por la banda para vaciar las cuentas bancarias de sus víctimas. Una de las tácticas más comunes era manipular los cajeros electrónicos con cintas para dificultar las transacciones, lo que obligaba a las personas mayores a pedir ayuda, momento en el cual los delincuentes intervenían para robar sus datos bancarios.
Los criminales tenían roles definidos dentro de la organización, desde identificar a las víctimas hasta ejecutar el robo propiamente dicho. Se comunicaban entre sí de manera coordinada, utilizando nombres clave para referirse a sus acciones delictivas y asegurar su impunidad.
A pesar de la complejidad de la operación, las autoridades lograron capturar a tres de los integrantes de la banda, mientras que el resto están identificados y se espera su pronta captura. Se espera que la acción de la justicia no solo detenga a los responsables, sino que también genere conciencia sobre la importancia de proteger a los adultos mayores de este tipo de crímenes y garantizar su seguridad en espacios públicos.
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