
El movimiento de dinero que hizo El Costeño y que aceleró su caída; fue por Nequi
La transacción encendió las alarmas y desde ese momento, el nombre de alias El Costeño comenzó a sonar con fuerza entre los investigadores del caso.

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A Elder José Arteaga, más conocido como alias El Costeño, le seguían la pista desde hacía semanas. Ya las autoridades lo tenían ubicado como el principal articulador del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en Bogotá. Lo que nadie esperaba es que una simple transferencia de dinero por Nequi fuera la clave definitiva para dar con su paradero.
El operativo que permitió su captura se ejecutó el sábado en Engativá. Pero no fue solo cuestión de suerte. Detrás del golpe a esta estructura delictiva hay semanas de investigación, interceptaciones, videos de seguridad y testimonios claves, como el del conductor de una motocicleta que nada tenía que ver con el atentado, pero que, sin saberlo, sostuvo una conversación determinante con el joven que disparó contra Uribe.
Ese conductor contó que recibió un pago por una carrera, y el detalle no pasó desapercibido: el dinero le llegó a través de Nequi desde la cuenta a nombre de Elder José Arteaga Hernández. Esa transferencia, registrada a las 3:39 p. m. del 7 de junio, coincidía exactamente con la hora del atentado. El nombre del remitente, además, coincidía con uno de los posibles sospechosos ya identificados en las primeras pesquisas.
El conductor relató lo ocurrido así: “Él (el joven armado) me pregunta que si la carrera costaba 16 mil. Le dije que no, que eran 10.150 pesos. En ese momento me llegó una transferencia a mi cuenta de Nequi. Era de Elder José Arteaga Hernández. Quedó registrada ese mismo día, minutos antes del ataque”.
Con ese dato en mano, la Fiscalía unió las piezas. Arteaga no solo había hecho la transferencia desde su cuenta personal, sino que fue identificado como el hombre que descendió de un vehículo gris y entregó el arma al menor que ejecutó el ataque. Ya no era un nombre suelto. Ya era un blanco confirmado.
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La captura de alias El Costeño se produjo días después, cuando las autoridades ya sabían exactamente dónde buscarlo. Había tenido una barbería en el barrio El Muelle, en Engativá, y allí lo encontraron. Con él fueron incautados elementos probatorios que podrían comprometer a más personas en la organización.
Durante la audiencia de legalización de captura, la Fiscalía presentó más detalles que agravan el caso: el acusado había formateado y vendido su celular para eliminar evidencias. También se le responsabiliza de haber coordinado reuniones previas al atentado, en las que distribuyó funciones a sus colaboradores, incluyendo el transporte del arma y la ruta de escape para el menor.
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Uno de los testimonios más impactantes fue el de Katerine Martínez, quien aseguró que Arteaga le entregó instrucciones precisas para que el ataque fuera letal. Incluso le habría confesado que el joven tirador era “de los buenos”, que ya había sido entrenado y que debía descargar toda la munición. Por ahora, alias El Costeño fue enviado al búnker de la Fiscalía mientras avanzan las investigaciones. No aceptó los cargos y se declaró inocente, pero las pruebas lo cercan.
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