Un hombre de 35 años se convirtió en uno de los casos mas extraños que han atendido unos médicos en Estado Unidos , luego de que un presunto cuadro de pulmonía terminara con un sorprendente hallazgo.
Se trata de Joey Lykins, un hombre de 35 años aficionado a las perforaciones corporales y quien tiene varios pearcing en su cuerpo hace varios años.
Su vida la llevaba con normalidad , pero todo cambió una mañana que despertó con una molestia en su pecho; el hombre sentía ahogo y una tos que con los días avanzó, así como la dificultad para respirar.
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Al empeorar su estado de salud, Joey Lykins se dirigió de urgencia a un hospital a donde llegó argumentando que posiblemente tenía una pulmonía que ya le impedía respirar.
“ Sentí que algo bloqueaba mis vías respiratorias y creí que estaba enfermo ”, recordó el habitante de Cincinnati, en entrevista con el medio Kennedy News.
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Tras ser ingresado al hospital los médicos realizaron una serie de exámenes al hombre con un resultado que los dejó perplejos; pues la molestia pulmonar de Lykins no correspondía a una afección por neumonía , sino a un cuerpo extraño incrustado en el pulmón del hombre.
Un exámen más detallado permitió identificar que lo que había en el pulmón era un piercing , pero ahora la pregunta era ¿Cómo llegó el objeto hasta allí?
“El doctor vino, me mostró la imagen de la radiografía y preguntó: ‘¿Esto te resulta familiar?’ . Y yo le respondí: ¿Es una broma? He estado buscando eso hace años. Supongo que aspiré el septum y terminó alojado allí ”, contó el hombre en la entrevista.
Pues tras indagar con el paciente, el hombre tuvo un recuerdo y 'ató cabos' para determinar qué fue lo que ocurrió.
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Según contó a los médicos, y posteriormente a medios internacionales que registraron su caso, hace cinco años perdió un piercing de su nariz mientras dormía ; al levantarse intentó buscar en su ropa y su cama, así como en el suelo de su habitación, pero al no encontrarlo se resignó y compró otro .
Lo que nunca imaginó es que mientras dormía había aspirado la pieza que recorrió sus vías respiratorias y terminó alojada en el pulmón.
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Fueron tres días de exámenes hasta que por fin, a través de una broncoscopía, el piercing fue retirado del cuerpo con éxito.
“Me durmieron y me metieron una cámara por la tráquea con un pequeño sujetador. Agarraron el septum, lo sacaron y me lo devolvieron”, expresó Joey Lykins quien decidió guardar como recuerdo la pieza que casi le cuesta la vida.