Es la historia de Tyrone Clark, ciudadano afroamericano de Estados Unidos de 66 años que fue víctima de racismo sistémico, luego de ser condenado a cadena perpetua en enero de 1974 por asalto, secuestro y presunta violación a Anne Kane, en junio de 1973 en Boston.
Clark fue inculpado a los 18 años de edad, y él siempre mantuvo su posición de inocente. Tras 47 años de haberle dictado aquella sentencia que marcaría su vida para siempre, se vuelve a abrir el caso gracias a una investigación.
La fiscal Rachel Rollins de Suffolk, del estado de Massachusetts, actuó de inmediato luego de que Anne, quien actualmente tiene 73 años, admitiera que se había equivocado de agresor, demostrando que Clark siempre tuvo la razón y nunca fue culpable.
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Para una entrevista, Anne reveló lo siguiente: "Es un hecho comprobado en este momento que la identificación de testigos presenciales es increíblemente poco confiable y, yo no tenía experiencia en diferencias rostros negros", comentó la mujer.
La semana pasada, tanto Rollins como el abogado de Clark, Jeffrey Harris, presentaron una moción ante el Tribunal Superior del condado de Suffolk solicitando un nuevo juicio, debido a las dudas por Anne Kane, así como la destrucción y desaparición de evidencias por parte de la mujer.
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Rollins y Harris aseguran que Tyrone Clark obtuvo esa sentencia debido a la 'democracia' por parte de la población blanca conservadora en esa época: "Fue condenado por un jurado compuesto exclusivamente por blancos, basándose en identificaciones raciales. Era 1973, la cúspide del racismo en Boston", advirtió el abogado.