La comunidad de Girón, en el departamento de Santander , vive momentos de consternación tras el hallazgo sin vida de Kerly Cuevas, una niña de 8 años, que desapareció de su hogar de forma misteriosa. El caso ha causado indignación en la población y ha generado llamados a la justicia por el asesinato de la pequeña.
El suceso comenzó el 1 de mayo cuando la madre de Kerly, de nacionalidad venezolana, reportó la desaparición de su hija alrededor de las 8:30 de la mañana. Al no encontrarla en su vivienda en el barrio Rincón de Girón, la madre buscó en las casas de los vecinos y amigos de la niña, pero sin éxito.
Inmediatamente después de la denuncia, la comunidad, la Policía y la Defensa Civil iniciaron la búsqueda de Kerly. Gracias a una cámara de seguridad de un vecino, se obtuvo una pista crucia, el video mostró a Kerly acompañada de un hombre, quien resultó ser el arrendatario del lugar donde vivían la niña y su madre. El hombre regresaba solo poco después de haber llevado a la niña.
El sospechoso fue detenido por las autoridades, aunque se negó inicialmente a revelar el paradero de Kerlly y negó su participación en el caso. No obstante, su arresto fue clave para el avance de la investigación. Tras más de 12 horas de búsqueda, el cuerpo sin vida de Kerly fue encontrado en una zona boscosa cercana a la estación de Metrolinea, frente a las bodegas de San Jorge.
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El hallazgo del cuerpo por parte del Ejército Nacional provocó conmoción entre los presentes. El CTI de la Fiscalía llegó al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo, mientras que habitantes de la zona bloquearon la vía exigiendo justicia por el homicidio.
La familia de la menor y la comunidad en general claman por una investigación exhaustiva y la aplicación de las sanciones correspondientes para el responsable de este atroz crimen. La tragedia ha dejado un fuerte impacto en la población de Girón, que exige respuestas y acciones inmediatas por parte de las autoridades.
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