Una niña murió luego de que sus padres no hicieran nada por eliminar los piojos de su cabeza con los que duró unos tres años. Ahora deberán enfrentar cargos por homicidio en segundo grado y crueldad infantil.
El hecho se remonta al pasado 26 de agosto, cuando la madre llamó una ambulancia tras encontrar a la niña Kaitlyn Yozviak sin signos vitales. Una vez en el hospital se hicieron los exámenes pertinentes para determinar la causa de la muerte.
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Según la investigación médica, la pequeña falleció de un ataque cardiaco y los servicios sociales plantearon que la falla cardiaca pudo ocurrir derivada a la falta de hierro en la sangre, por el constante ataque de piojos.
Autoridades procedieron a hacer un allanamiento en la casa en la que vivía. Encontraron, además de suciedad, que el colchón en el que dormía la niña, en muebles y peluches había más piojos, según detalló la agencia AP.
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La madre de Kaitlyn confesó que no la habían bañado hace una semana.
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La Corte Superior del condado de Wikinson impuso cargos de asesinato en segundo grado y crueldad infantil contra Mary Katherine Horton y Joey Yozviak, padres de la menor.
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