"Nunca debí haber nacido", es el cruel relato de una joven de 20 años que acaba de ganar una demanda que interpuso en contra del obstetra de su madre, que con su negligencia, causó un daño irreparable en la adolescente.
El Tribunal Superior de Londres falló este martes a favor de Evie Toombes, oriunda de Lincolnshire, Inglaterra, quien recibirá una millonaria compensación económica por parte de Phillip Mitchell, acusado de no asesorar correctamente a la madre de la joven durante el embarazo.
"Concepción errónea" y "haber nacido en un estado dañado", fueron dos de los determinantes en la querella presentada por la adolescente que instaron al togado a tomar la decisión.
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Evie, quien es saltadora ecuestre de profesión, agregó que Mitchell pudo haber evitado que ella naciera con espina bífida, afección que afecta su columna vertebral y la condiciona por el resto de su vida, en el momento en que no informó a su madre, Caroline Toombes, de tomar acido fólico antes y durante de la etapa de gestación.
En su relato, la joven también expresó que si su progenitora hubiera consumido dicha vitamina se habrían minimizado estos riesgos que se ocasionaron debido a una infección que se le diagnosticó en el útero de Caroline, pero Phillip lo pasó por alto. De lo contrario, la madre de Evie asegura que no la hubiera traído al mundo.
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Rosalind Coe, jurista del caso, determinará en próximas audiencias la cifra exacta con la que el obstetra tendrá que indemnizar a la adolescente, que permanece conectada a tubos médicos las 24 horas y sueña con ir a los próximos Juegos Paralímpicos París 2024 con ayuda de su deporte.