Karina Blanco Durán, la joven de 16 años que fue perseguida, violada y asesinada por un hombre en Cáchira, Norte de Santander, dejó una conmovedora carta en la que abría su corazón y expresaba sus más grandes sueños.
En el texto, escrito el pasado 21 de abril, la menor relató sus metas a largo plazo; una de ellas, ayudar a su mamá, a quién describió como una guerrera.
La joven, al parecer, alcanzó a advertir a un familiar suyo que un hombre la perseguía con extrañas intenciones luego de salir de su casa. Una fotografía fue la pieza clave para dar con el paradero del responsable; la comunidad tomó justicia por mano propia y lo asesinó.
Antes de morir, el hombre de 55 años habría confesado la autoría de los vejámenes sexuales contra la joven y su posterior asesinato.
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“Estoy enfocada en ser feliz, estudiar y ayudarle a mi mamá, por cierto, ella es el motivo de mis sueños, es una mujer guerrera y es la mujer más maravillosa que pueda ex", escribió en una parte de la carta.
Sin embargo, lo que más conmovió fueron los miedos que dejó plasmados: "Siento que estoy preparada para enfrentar este mundo sola. Quisiera volver el tiempo atrás y disfrutar más, jugar con una muñeca; aunque toda niña lo hace, jamás lo hice. Creo que el mundo me enseñó a madurar muy pequeña. No me siento capaz de enfrentar este mundo o tal vez sí esté preparada. Eso se lo dejaremos al destino".
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Tras la agresión, violación y asesinato de Karina, el hombre, al parecer de procedencia extranjera, arrojó el cuerpo a un río, lugar del que fue recuperado para luego darle aviso a los familiares.
El cuerpo de Karina permanece en Medicina Legal a la espera de los resultados de la necropsia que determinará las causas de su muerte.