Un pescador mexicano murió luego de que su embarcación colisionó contra una de la organización ambientalista estadounidense Sea Shepherd en el Mar de Cortés, Baja California (noroeste), santuario de la vaquita marina, informó este lunes el secretario de Salud regional, Alonso Pérez.
"Desafortunadamente el día de ayer (domingo) perdió la batalla uno de los involucrados en este choque", en el que resultó herido otro pescador que está estable, dijo a la AFP Pérez.
Mario García ingresó el 31 de diciembre al Hospital General de Mexicali "en muy malas condiciones", tenía "fracturas importantes de cadera, pelvis e inestabilidad de vejiga", detalló el funcionario.
Agustín Toledo, hermano de Mario exigió en redes sociales a las autoridades que su muerte "no quede impune".
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El choque entre la lancha de Toledo y la embarcación de Sea Shepherd, el "Farley Mowat", ocurrió el 31 de diciembre en la zona de protección de la vaquita marina, uno de los cetáceos más pequeños del mundo, que está en peligro de extinción.
Los ambientalistas recogían del mar redes de pesca "cuando fueron agredidos con artefactos explosivos artesanales por pescadores" tratando de detener a los activistas, aseguró la secretaría de la Marina Armada de México en un comunicado del 31 de diciembre.
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Cuando la embarcación de la organización ambientalista intentó abandonar la zona "una de las pangas se desvió agresivamente frente al "Farley Mowat" y se estrelló directamente contra el casco del antiguo guardacostas estadounidense ", expuso por su parte Sea Shepherd en un comunicado.
"La panga se partió en dos, expulsando a sus pasajeros al mar" , añadió.
De acuerdo con la Marina Armada, los ambientalistas auxiliaron a los pescadores heridos, mientras que la familia asegura que fueron embestidos intencionalmente.
Los activistas subieron a su embarcación a los heridos y pidieron auxilio a la Armada porque más pescadores se reunieron en la zona del choque con actitud amenazante, según la Marina Armada.
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Los activistas de Sea Shepherd han sido agredidos en varias ocasiones por pescadores clandestinos.
Según el Center for Biological Diversity de Estados Unidos, la población de la vaquita marina decayó de unos 560 ejemplares en la década de 1990 a tan solo 10, principalmente porque queda atrapada en las redes de enmalle utilizadas para capturar totoaba.
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La pesca ilegal de totoaba ha escalado debido a que la vejiga natatoria de este pez es un codiciado manjar en China, donde se pagan miles de dólares por pieza.