En la medicina latinoamericana, el nombre de Juan Carlos Castaño, urólogo antioqueño, ha ganado reconocimiento como un referente para el tratamiento de la vejiga neurogénica, una condición compleja que afecta el sistema urinario. Pero su historia de vida es, sin duda, lo que más inspira.
Tras un accidente de tránsito en 2003 que lo dejó en silla de ruedas, Castaño no permitió que esta limitación física apagara su pasión por ayudar. Su trabajo lo ha llevado a ser un modelo de resiliencia y liderazgo en la urología a nivel continental.
En una entrevista con Noticias Caracol, Castaño compartió su filosofía de vida: “Las limitaciones para hacer lo que queremos en la vida están solo en la mente” . Esta convicción es la que ha guiado su carrera y lo impulsa a luchar por la dignidad de sus pacientes. A lo largo de 20 años, ha atendido a más de mil personas, devolviéndoles no solo la salud, sino también la esperanza y la autonomía en su vida diaria.
Si uno quiere hacer algo y se lo propone, siempre va a haber alguna manera de hacerlo o de resolverlo
Esta fortaleza personal no solo lo ha llevado a superar sus propios obstáculos, sino a conectar profundamente con aquellos que sufren de vejiga neurogénica, una afección que, como él mismo explica, “compromete el funcionamiento de la vejiga y los esfínteres debido a problemas neurológicos”.
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El caso del “profe” Montoya; una cirugía que le permitió recuperar 'el control'
Uno de los momentos más emotivos de su carrera fue el caso del 'profe' Luis Fernando Montoya, quien recibió dos disparos en 2005 que le provocaron una cuadriplejia. Este incidente le había quitado toda autonomía, pero en 2010, gracias a una innovadora cirugía realizada por Castaño, Montoya comenzó a recuperar algunas de sus funciones esenciales, como el control de esfínteres.
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La cirugía, pionera en el país, consistió en implantar diminutos electrodos en los nervios sacros al final de la columna vertebral, que, mediante impulsos eléctricos, activan los músculos de la vejiga y permiten funciones como la orina y agilizar el tránsito intestinal.
Esta operación marcó un hito para la ciencia en Colombia, permitiendo que personas como Montoya pudieran avanzar en aspectos vitales de su vida diaria y mejorar su bienestar. El 'profe' Montoya fue el primer cuadripléjico en el país en someterse a esta cirugía de última tecnología, lo que le permitió recuperar cierto control sobre su cuerpo y, con ello, una renovada independencia.
“El Profe me dijo que ya podía ir a la universidad, dar conferencias y vivir sin el temor que lo había retenido por tanto tiempo” , recuerda Castaño, visiblemente emocionado al ver los avances de Montoya.
A sus 49 años, Castaño sigue siendo una figura de humildad y dedicación en su campo. Con esta y otras intervenciones pioneras, ha demostrado que su vocación por ayudar supera cualquier barrera, estableciendo un ejemplo inspirador para sus pacientes y colegas.