
Brayan Campo, condenado por la muerte de Sofía Delgado, una niña de 12 años en el municipio de Candelaria, rompió el silencio desde la cárcel a través del pódcast Conducta Delictiva.
En esta conversación, que ha generado un profundo debate en redes sociales, el comportamiento corporal del entrevistado despertó especial interés, particularmente un gesto realizado mientras hablaba de su hija, también llamada Sofía.
Te puede interesar
La entrevista abordó diferentes aspectos del caso y de su vida personal, incluyendo su vínculo con su hija pequeña.
En el momento en que la entrevistadora le preguntó por la relación que mantenía con la niña, Campo respondió de manera aparentemente serena:
“La relación con mi hija muy buena. A pesar de que soy una persona muy fría, con ella fui cambiando”.
No obstante, lo que marcó un punto de tensión en el diálogo fue un gesto sutil pero constante: Campo comenzó a rascarse repetidamente distintas partes del cuerpo, y se detuvo particularmente en la muñeca cuando se mencionó a su hija.

Publicidad
En redes sociales, usuarios interpretaron este movimiento como un signo de incomodidad, nerviosismo o incluso una forma inconsciente de evasión emocional.
Para algunos internautas, el gesto fue revelador. “No parece tener remordimiento”, opinó un usuario en TikTok.
Publicidad
Otros lo consideraron un indicio de un posible trastorno emocional no diagnosticado, mientras que algunos expertos en lenguaje corporal entrevistados por medios locales señalaron que estos movimientos pueden estar relacionados con mecanismos de defensa ante situaciones emocionalmente intensas.
Te puede interesar
Campo describió su dinámica familiar con su hija como estructurada y disciplinada. Aseguró que evitaba mimarla excesivamente, que le inculcaba el orden y que no permitía que anduviera en ropa interior. “Quería que fuera fuerte, no débil”, afirmó.
El gesto corporal mencionado fue interpretado por algunos usuarios como una señal de que Campo no conecta emocionalmente con lo que dice, y que su tono de voz monótono y su mirada evasiva refuerzan esta percepción.
En contraste, otros señalaron que su manera de expresarse puede reflejar un estado de negación o bloqueo emocional, más que una falta de empatía.
La razón por la que la hija de Brayan Campo también se llama Sofía
Durante la entrevista, Campo fue consultado sobre la coincidencia del nombre de su hija con el de la víctima. Aclaró que él no eligió el nombre “Sofía” y que fue la madre de la niña quien lo hizo mientras él se encontraba ausente.
Te puede interesar
“Yo le quería poner otro nombre, Valentina, pero como ella ya había registrado a la niña y tenía un tatuaje con ese nombre, se quedó así”, explicó.
Publicidad
El testimonio de Brayan Campo no solo generó conmoción por el contenido, sino por las señales no verbales que muchos consideran claves para entender su estado emocional y su nivel de conciencia sobre lo ocurrido.
Aunque él afirma estar arrepentido y ser consciente del daño causado, sectores de la opinión pública consideran que su lenguaje corporal podría estar diciendo algo distinto.
Publicidad
Mira también: Cronología del caso Sofía Delgado