Revelan detalles de uniformado que se quitó la vida en Bogotá, investigado por abuso sexual

Hace unos días se conoció la noticia de un patrullero de la Policía identificado como Anderson Javier Gil, de 32 años, que protagonizó una lamentable escena al frente de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la localidad de Puente Aranda, donde se quitó la vida.Cámaras de seguridad del restaurante donde ocurrieron los hechos permiten ver los últimos momentos del patrullero, el cual, estaba siendo judicializado por un presunto caso de abuso sexual a un menor de 14 años, detalle que podría ser clave para determinar los motivos que lo llevaron a quitarse la vida.Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de las noticias más importantes. Lo mejor del humor, farándula y artistas en un solo lugar:👉🏻 https://lc.cx/ZeG6t6En el metraje se puede ver al hombre conversando con una mujer, vestido de civil, mientras que otros uniformados departen y comen en otras sillas del establecimiento. En un momento la mujer se levanta de su asiento y se dirige hacia el interior del establecimiento, es en ese preciso momento que el hombre aprovecha la distracción para quitarle el arma de dotación a uno de los Policías, el cual se encontraba de espaldas.Una vez logra tomar el arma, dispone a dispararse en la cabeza, cayendo muerto en el lugar de los hechos. Las personas que se encontraban en el lugar al escuchar el estruendo corrieron para resguardarse, hasta que se dieron cuenta de que se trataba de un suicidio.Lo que se sabe del patrullero es que se encontraba excusado del servicio por una fractura en un dedo, incluso algunos afirman que en ese momento había sido capturado por hombres de la Sijín quienes le estaban realizando el respectivo papeleo para la judicialización.Las autoridades siguen recopilando pruebas para esclarecer los hechos ocurridos pasadas las siete de la noche del 2 de agosto, entre ese material probatorio, las cámaras de seguridad del restaurante 'El Amigo', donde ocurrieron los hechos.Te puede interesar: Abuelita recibe emotiva recompensa por su ayuda desinteresada