Se trata de un hallazgo de un molusco de grandes dimensiones. Descubierto en el siglo XVIII, el Kuphus polythalamia, conocido como el ‘Gusano de los barcos’, era una plaga para los navegantes porque acostumbraba a vivir en la madera de los barcos.
El hecho ocurrió en Filipinas, donde varios científicos lograron encontrar estos animales enterrados en lagunas -poco profundas-, momentos antes de que formarán el caparazón donde mueren.
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Esta increíble, pero asquerosa creatura se alimenta absorbiendo el sulfuro de hidrógeno, un gas tóxico para casi todo ser vivo, del cual logra sacar nutrientes para crecer.
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Según, gizmodo.com , es la primera vez que se hallan estos animales vivos. En siglos anteriores los biólogos solo conocían los caparazones con forma de tubo desocupados.
El hallazgo fue posible gracias a un documental de naturaleza filipina.
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