Tras varias décadas, tres hombres completamente desconocidos entre sí descubrieron un cruel experimento del que hicieron parte cuando apenas tenían unos meses de nacidos.
Se trata de los hermanos David Kellman, Robert ‘Bobby’ Shafran y Eddy Galland quienes pasaron dos décadas de su vida sin saber que eran parte de un nacimiento triple y que, además, hicieron parte de un experimento.
Su historia, aunque no es reciente, se ha viralizado en los últimos días luego de que se reviviera en medios de comunicación el experimento al que fueron sometidos estos tres hermanos. Un ensayo que buscaba investigar la influencia de los genes en el desarrollo humano.
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Fue en 1980 que David, Robert y Eddy supieron que eran hermanos, por cuestiones del destino. Pues crecieron, cada uno por su lado, sabiendo que eran adoptados; pero nunca imaginaron que eran trillizos y que habían sido parte de un experimento. Tras salir a la luz esta macabra historia, uno de los hermanos se suicidó, aunque no son claros los motivos de su decisión.
Dos de ellos coincidieron en la universidad cuando las caras iguales se toparon en la facultad. Todo fue conmoción y confusión, contó uno de los hermanos sobre esta insólita historia que, incluso, inspiró años después a una serie en Netflix.
Sobre ellos se supo que nacieron en julio de 1961, en Nueva York, pero a los seis meses fueron separados y entregados en adopción a tres familias distintas, a quienes no se les avisó que hacían parte de un nacimiento múltiple.
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Años después crecieron e ingresaron a la universidad, el lugar que les cambiaría la vida radicalmente, revelando que fueron, como muchos llaman, “usados en experimento como ratas de laboratorio”.
El encuentro entre hermanos comenzó cuando Bobby llegó a la Universidad de Sullivan, en Nueva York, en 1980 y de inmediato fue extrañamente saludado por varios estudiantes que, además, lo llamaban Eddy. Horas después conoció al verdadero Eddy, un joven idéntico a él.
Tras varias horas hablando descubrieron que eran hermanos gemelos ya que sus rasgos, fecha, hora y lugar de nacimiento eran idénticos; además de coincidir en que fueron adoptados.
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Su historia captó los titulares de prensa sin pensar que tendría un desenlace mucho mayor. Pues al ver las fotos, unos jóvenes llevaron la notica a manos de David Kellman, otro idéntico a los hermanos recién reencontrados y quien terminó siendo el tercero de los trillizos separado.
Fueron muchas preguntas sobre su separación y reserva del detalle sobre sus parentescos. La clínica únicamente les ofreció excusas por el “olvido” a la ahora de entregarlos.
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Pero, tiempo después, descubrieron que había algo más. Pues estos tres hermanos fueron parte de un experimento que buscaba analizar la influencia de los genes en el desarrollo humano.
En 1995 Eddy, quien padecía una enfermedad mental, se suicidó. Ese mismo año salió a la luz un artículo del periodista ganador del Premio Pulitzer Lawrence Wright, que entregó detalles sobre el experimento que realizaron en estos tres hermanos.
Se trata de una investigación científica ideada por el reconocido psicólogo Dr. Peter Neubauer y su Child Development Center, quien buscaba dar respuesta a una pregunta fundamental de la naturaleza frente a la crianza: ¿de qué manera influye la genética y la crianza en las personas en ambientes distintos?
Fue a través de la extinta agencia de adopción Louise Wise, que en esa época un número desconocido de gemelos y trillizos fueron ubicados en diferentes hogares y observados en secreto durante años, por investigadores que realizaban visitas domiciliarias, bajo la excusa de control de adopción.
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En varios artículos se puede encontrar detalle de este experimento que buscaba conmocionó al mundo y que fue catalogado como cruel.
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