Si te sientas con las piernas juntas y las manos cruzadas sobre tus muslos o los brazos cruzados estas cerrando toda la energía de tu cuerpo y aunque no lo creas debilitan tu mente.
Sin embargo, lo mismo pasa con otras posturas que pueden aumentar tu poder mental:
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El jefe: Párate con las piernas abiertas y las manos sobre la mesa.
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La hamaca: Sentado en una silla con los pies sobre la mesa y las manos detrás de la nuca tendrás una posición de hamaca. Relaja tu mente.
La mujer maravilla: Separa tus piernas y coloca las manos en tu cintura.
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El truco está en sostener las posiciones durante solo dos minutos. Cuando lo haces serás más optimista, confiado y disminuirás tu ansiedad significativamente, así podrás enfrentar cualquier situación difícil con valentía como: hablar en público, una entrevista de trabajo o una conversación delicada.
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Ya no tienes excusa para sentirte mal. Justo antes de tu próximo desafío importante prueba está técnica, tomate dos minutos y sostén una actitud positiva.
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