La imagen pública de Juan Daniel Oviedo a menudo se asocia según él con la disciplina, el manejo de datos, su obsesión por el orden y, en su faceta personal, su afición por la música electrónica y el pop.
Sin embargo, el ambiente relajado de el Klub de la Kalle permitió un vistazo a un lado mucho más íntimo y vulnerable de su vida, ligado sorpresivamente a un ícono del vallenato.
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Cuando se le preguntó sobre la importancia de la canción 'Dime Pajarito' de Rafael Orozco y el Binomio de Oro, Oviedo no dudó en revelar una historia familiar que define su relación con su difunto padre.
Oviedo explicó que su padre era "piloto", lo que implicaba una presencia intermitente en el hogar. No obstante, el impacto de su confesión residió en el detalle que siguió: "además de piloto era avión", lo que en jerga coloquial significaba que tenía tres familias paralelas.
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El exdirector del DANE detalló cómo esta compleja estructura estaba organizada logísticamente. Su padre tenía una familia en Villaluz, otra en Modelia, y la suya propia en Normandía. Curiosamente, las tres familias se encontraban estratégicamente situadas "cerca al aeropuerto para que pudiera llegar a que casa estuviera".
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Dado que su padre viajaba constantemente, Oviedo comentó que "no lo veía mucho". La canción "Dime Pajarito" se convirtió en el eje de los escasos y preciosos momentos que compartía con él.
Cuando el piloto regresaba de volar, su ritual era sentarse en la sala, disfrutar de un whisky y poner su música. Este era el único tiempo que Oviedo, siendo un niño de "3 o 5 años", podía pasar a solas con su padre.
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"Yo me aprendí esa canción y esa canción, pues yo tengo una relación muy distante con mi papá. Él ya murió. Él no me apoyó una cantidad de cosas. No fue. Ya me reconcilié y cuando en mi banda sonora... me dijeron: 'Queremos conocerlo a usted a partir de la música.' Y empecé a hacer una reflexión de mi vida y dije: 'Si hay un recuerdo alegre de mi papá y es el orgullo que me daba a mí cantar con él o tararear con él chiquito 3, 5 años al lado de él esa canción...'".
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El vallenato, por lo tanto, no representa solo un gusto musical, sino un "recuerdo alegre" en medio de una "relación muy distante" marcada por la ausencia y la falta de apoyo en muchos aspectos.
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La reflexión sobre la banda sonora de su vida fue fundamental para Oviedo, ya que le permitió reconciliarse con la memoria de su padre.
El candidato utiliza la música no solo para recordar su pasado, sino para proyectar sus principios éticos en el presente. Más adelante en la conversación, mencionó que otra canción significativa en su vida, "Quien engaña no gana", fue parte de su estancia en Francia.
Esta canción, según él, resume lo que quiere demostrar en política: que "quien engaña no gana".
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