La vida de Diomedes Díaz, una de las figuras más reconocidas y recordadas del vallenato, estuvo marcada por episodios de alegría, controversia y peligros. Uno de los eventos más significativos y trágicos de su infancia fue la pérdida de su ojo derecho, un accidente que ocurrió en 1967 cuando apenas tenía siete años.
Este hecho, narrado en el programa "Testigo Directo", involucra a Wilson Peñaloza, conocido como 'Icho'. Durante la entrevista, Icho recordó con pesar el accidente que lo llevaría a ser apodado “el verdugo del cacique tuerto”. Ambos eran niños y disfrutaban de una jornada de juegos y aventuras en el campo.
El fatídico día, Diomedes e Icho intentaban recoger mangos de un árbol. Mientras Diomedes trepaba el árbol para alcanzar los frutos, Icho intentaba derribarlos usando una cauchera y piedras. “Estábamos en Villanueva (Guajira), y Diomedes se subió a un palo de mango. Desde abajo, yo tiraba piedras para bajar los mangos”, recordó Icho.
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El incidente se desencadenó cuando Icho, tras varios intentos fallidos, finalmente lanzó una piedra que golpeó el mango, pero en lugar de caer, rebotó y golpeó a Diomedes en el ojo derecho. “Ya faltaba como un metro para que Diomedes bajara el mango. La primera piedra no le pegó al mango, ni la segunda. La tercera golpeó el mango en el centro, pero no cayó; la piedra rebotó y le dio a Diomedes en el ojo”, relató Icho en el programa.
El impacto dejó a Diomedes gravemente herido, abrazado a una rama y gritando de dolor. “Diomedes quedó abrazado de la rama del árbol y comenzó a gritar. Vi que su ojo estaba ensangrentado y me asusté muchísimo”, confesó Icho. Aterrorizado por lo que había sucedido, Icho corrió a su casa y se escondió debajo de la cama de su abuela.
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Este accidente, aunque trágico, no impidió que Diomedes Díaz se convirtiera en uno de los más grandes exponentes del vallenato. Al contrario, la pérdida de su ojo derecho se transformó en una característica distintiva de su personalidad y carrera artística.
Diomedes, conocido por canciones emblemáticas como ‘Tú eres la reina’, siguió adelante con una determinación y talento que lo llevaron a la cima del éxito musical. La historia de cómo perdió su ojo derecho es una mezcla de tragedia y superación, un capítulo de su vida que, aunque doloroso, contribuyó a forjar su legendaria figura.
Hoy en día, la anécdota del accidente y la amistad con Icho son recordadas como parte integral de la vida de Diomedes Díaz, resaltando no solo su talento sino también su capacidad de sobreponerse a las adversidades. En cada canción, en cada presentación, Diomedes llevó consigo el recuerdo de aquel día, transformando una tragedia personal en una fuerza impulsora de su éxito indiscutible en la música vallenata.
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