En el corazón de Armenia , capital del Quindió, se dio a conocer un peculiar emprendimiento que ha dejado sorprendidos a los vecinos y a quienes han conocido la historia a través de redes sociales.
Myriam , una mujer de 67 años, ha hecho del chisme un negocio rentable. Con una vida aparentemente tranquila , Myriam confesó en un video que se ha viralizado, que su pasión por el chisme se convirtió en su principal fuente de ingresos, incluso dándole el dinero para adquirir dos viviendas.
Lo insólito no es solo la naturaleza del negocio, sino la estructura con la que Myriam lo lleva a cabo . Según sus declaraciones, no solo recopila información por curiosidad, sino que ha establecido tarifas específicas , $5.000 para los "chismes suaves" y $10.000 para aquellos que involucran detalles más "jugosos".
Forma en que la mujer se entera de los chismes
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Su método es sencillo, pero efectivo. A diario, se sienta frente a su casa, observa lo que sucede y anota los detalles en una libreta , asegurándose de no perder ningún dato relevante.
Como si fuera una detective, Myriam tiene un tablero en su habitación donde coloca fotos de sus vecinos implicados en casos de infidelidad , un tipo de información que, según ella, vende al mejor postor. La mujer asegura que su trabajo es tan demandado que, en ocasiones, sus vecinos prefieren pagarle para que no revele sus secretos.
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Este curioso emprendimiento ha generado polémica en redes sociales. Mientras algunos se lo toman con humor, otros señalan los peligros de exponer la vida íntima de las personas , advirtiendo que tales revelaciones podrían desencadenar conflictos graves.
Aunque no se ha comprobado la veracidad de las declaraciones de Myriam, lo cierto es que ha dejado una huella en su comunidad , donde la delgada línea entre el chisme y el peligro parece haberse desdibujado.
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