El vitíligo es una enfermedad de la piel que, a pesar de no ser mortal ni dolorosa, a menudo conlleva una carga emocional significativa para quienes la padecen. En esta, las células que producen melanina, el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos, son atacadas y destruidas por el sistema inmunológico del cuerpo. Como resultado, se desarrollan áreas de piel blanca sin pigmento, lo que da como resultado manchas irregulares en diferentes partes del cuerpo.
Las personas con vitiligo a menudo enfrentan burlas, estigmatización y discriminación debido a su apariencia. Esto puede llevar a problemas de autoestima, ansiedad y depresión. Tal es el caso de un pequeño llamado Carter Blanchard, a quien la enfermedad se le empezó a manifestar a corta edad, afectando su cara, lo cual generó que este entrara en un profundo estado de tristeza, pues no quería ser el 'hazme reír' de sus amiguitos.
De acuerdo las declaraciones de sus padres, el niño perdió la confianza en si mismo y no quería volver a salir de su casa. Por lo tanto, su madre se vio en la tarea de buscar personas que padecieran la misma enfermedad, para que le compartieran su historia y le mostraran que no estaba solo y que pese a esto podía seguir adelante con su vida y sus sueños.
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En dicha búsqueda, la mujer se encontró con Rowdie, un hermoso perro que hacía sido diagnosticado con vitíligo, el cual los dueños pusieron a disposición para que tuviera un encuentro con el niño a ver si eso lograba alegrarlo un poco.
Por suerte, el encuentro entre el pequeño y el peludo fue todo un éxito, pues Carter al observar que el perro era diferente a los demás, pudo comprender que él no era un niño raro, sino único.
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“Si Rowdy puede, yo también puedo” exclamó el pequeño, quien ahora tiene un nuevo amigo al que visita constantemente para jugar y el que lo ayudado a salir de su cuadro depresivo.
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