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El misterio de la Virgen de Trevignano ha dado un giro inesperado. Las supuestas lágrimas de sangre que muchos creían milagrosas, resultaron tener un origen bastante terrenal, según los resultados de un análisis de laboratorio que ha puesto a tambalear la fe de muchos seguidores.
La Universidad de Roma Tor Vergata confirmó que el líquido que brotaba de la figura religiosa es sangre humana y femenina.
Se descartaron las teorías que apuntaban a sangre de cerdo o algún pigmento artificial. El detalle que ha desatado la polémica es que el ADN encontrado coincide con el material genético de Gisella Cardia, cuyo nombre de nacimiento es Maria Giuseppa Scarpulla, la autoproclamada vidente de Trevignano.
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¿Por qué inventó que la Virgen lloraba?
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Desde 2016, Cardi a aseguraba recibir apariciones de la Virgen María, Jesús y Dios Padre en esta localidad ubicada al noroeste de Roma.
Durante años, ha reunido a cientos de fieles en encuentros de oración, donde la figura de la Virgen, en ocasiones, derramaba lágrimas de sangre. Cardia insistía que este fenómeno era de origen sobrenatural, y sus seguidores, convencidos, la respaldaban.
Sin embargo, la situación comenzó a tornarse sospechosa. En marzo de 2024, tras una investigación, el obispo responsable prohibió cualquier evento religioso público y privado en el lugar, incluyendo misas, reuniones de oración y peregrinaciones, dejando claro que la Iglesia no reconocía nada sobrenatural en Trevignano. Poco después, el Vaticano avaló esta decisión.
La investigación judicial que destapó a la supeusta vidente
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El golpe final llegó con la investigación judicial. El genetista forense Emiliano Giardina está a cargo del caso, y los resultados oficiales se entregarán el próximo 28 de febrero.
Mientras tanto, Cardia enfrenta acusaciones de fraude y enriquecimiento ilícito , con peregrinos exigiendo la devolución de sus donaciones.
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La abogada de Cardia, Solange Marchignoli, defiende a su clienta argumentando que la coincidencia del ADN se debe a que Cardia ha tenido contacto físico constante con la estatua: la besó, la manipuló y, por lo tanto, habría transferido su material genético. Pide paciencia hasta que se conozcan los resultados definitivos del peritaje.
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