S egún un estudio reciente del Ministerio de Salud de España , el 34% de los casos reportados y analizados de las personas vacunadas con la tercera dosis han presentado Pirexia, un posible efecto secundario.
Aunque los expertos han dejado claro que es prematuro hablar de la erradicación de la enfermedad, también manifiestan que la vacunación ha reducido los fallecimientos; sin embargo, asimismo se han "inmortalizado" algunos síntomas , haciendo que los infectados transcurran el virus con características similares a las de una gripe.
Por lo anterior, la comunidad científica ha ido delineando los posibles efectos secundarios que las personas vacunadas pueden llegar a experimentar teniendo en cuenta los diferentes biológicos, (Pfizer, Oxford/AstraZeneca, Moderna, Sinopharm, Sinovac, o Sputnik).
Según el estudio, un gran porcentaje de quienes se vacunaron con la tercera dosis de Moderna han presentado este inusual síntoma, aparentemente secundario, que lleva por nombre Pirexia.
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¿Qué es la Pirexia?
La Pirexia es un posible efecto secundario de la tercera dosis de la vacuna Moderna contra el COVID-19 y consiste en un proceso febril, acompañado de cefalea, malestar, además de migraña.
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Los científicos explican que no es una enfermedad en sí misma, sino un indicativo de que algo le está sucediendo al organismo, siendo una reacción defensiva de nuestro cuerpo ante una agresión externa.
El síntoma suele aparecer 24 horas después del pinchazo, y normalmente dura un máximo de dos días. Si bien no reviste gravedad, de persistir por un lapso de tiempo mayor, es recomendable consultar al médico.
El mismo informe detalla que los efectos secundarios más comunes entre los vacunados con la dosis de refuerzo de Moderna que le siguen a la Pirexia con la cefalea (dolor de cabeza persistente) con el 18%, síntoma seguido de la inflamación del ganglio linfático o linfadenopatía, mialgia o dolor muscular, malestar general y dolor en la zona de vacunación.