Llevar un pantalón corto de color blanco "no es práctico cuando tienes la regla": con esa frase, la atacante de la selección inglesa femenina de fútbol Beth Mead aprovechó la Eurocopa que se está disputando en su país para poner la menstruación en el centro del terreno de juego.
Mead recibió pronto el apoyo de otras futbolistas, como la capitana de Francia, Wendie Renard: "Si ellos ( refiriendose a la reconocida marca deportiva que viste a Inglaterra y Francia) pueden hacer algo por nosotras sería estupendo", respondió en conferencia de prensa al aludir al deseo de las 'Leonas' de Inglaterra de cambiar de color de 'short'.
Que ese pantalón corto sea blanco ha sido motivo de comentario de entrenadores y de instancias deportivas, que han tenido que abordar el asunto, que de alguna forma afecta al rendimiento y al bienestar físico y mental.
La menstruación es cada vez un tema menos tabú en el deporte de alto nivel.
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El Instituto Nacional del Deporte francés (INSEP) publicó en abril una guía de 32 páginas titulada "Los ciclos, la regla, la contracepción y el rendimiento".
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Está escrita por Carole Maître, ginecóloga en el INSEP y vicepresidenta de la comisión médica del CNOSF (Comité Nacional Olímpico y Deportivo francés). Responde a once cuestiones, entre ellas "¿Rindo menos en ciertos momentos del ciclo?" o "¿Me arriesgo a no tener la regla?".
"La regla puede ser un problema si se gestiona mal, pero si se hace bien no es incompatible con una carrera de deportista", había afirmado la doctora Laure Jacolot en una entrevista al diario francés Ouest-France en marzo de 2018.
"En el periodo de la regla, el estado hormonal provoca cansancio. La regla puede engendrar dolor más o menos importante, que tiene repercusión en el juego. Por eso algunas deportistas hacen por no tener la regla en momentos de competición", precisó.
Para Virginie Nicaise, investigadora del laboratorio VIS (Vulnerabilidad e Innovación en el Deporte) en Lyon (Francia), "todo depende de los individuos, de cómo reaccione cada una" al dolor y a las reglas abundantes.
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Algunas pueden "anticiparla antes de una competición" mediante píldoras contraceptivas, ¿pero qué ocurre con las que no la toman por su corta edad o su orientación sexual?
Todo ello sabiendo además que existe un problema más grave, que afecta a un 5% de las deportistas de alto nivel: "la triada de la deportista".
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Esta patología deriva de disfunciones del comportamiento alimentario constatadas "en los deportes de resistencia, pero también en los de categorías por pesos como el judo o los estéticos, como la gimnasia", según la doctora Jacolot.
Ello se sigue de una amenorrea (ausencia de regla), que puede provocar una osteoporosis, generando "siete veces más de riesgo de tener una fractura de fatiga", precisa esta médica deportiva. O más grave: la disminución del "perfil lipídico" conlleva también "un riesgo más importante de sufrir un infarto".
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