Fómeque lidera el reciclaje orgánico en Cundinamarca con innovador modelo sostenible

Un grupo de campesinos en Fómeque, Cundinamarca, ha impulsado una iniciativa pionera en la región; la transformación de 20 toneladas de residuos orgánicos al mes en abono de alta calidad.

Este esfuerzo, encabezado por la Asociación de Productores Campesinos de Fómeque (Asprocaf), está revolucionando la gestión de desechos y promoviendo una economía circular sostenible.

Desde su creación en 2014-2015, Asprocaf trabaja en conjunto con la comunidad, la administración municipal y diversas universidades para convertir residuos en un recurso valioso para la agricultura.

Gracias a este esfuerzo, la organización ha logrado registrar su abono ante el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), recibiendo también el respaldo de la Corporación Autónoma Regional del Guavio (CorpoGuavio).

"Hemos construido un modelo de reciclaje que no solo reduce la cantidad de residuos, sino que también genera empleo y fomenta el uso de fertilizantes naturales en la agricultura", destaca Hilda Aurora Guevara Ávila, presidenta de Asprocaf.

La administración municipal de Fómeque ha sido un aliado clave en el desarrollo del proyecto. El alcalde, Eduard Esneider Acosta, señala que este tipo de iniciativas "no solo benefician al sector agrícola, sino que también reducen la cantidad de residuos que terminan en los rellenos sanitarios".

Asimismo, reafirma su compromiso de seguir apoyando a Asprocaf con recursos e infraestructura para fortalecer su impacto.

En Fómeque; un producto de calidad con sello local

A diferencia de otros programas de reciclaje en la región, Asprocaf maneja grandes volúmenes de residuos y garantiza un control de calidad riguroso. El abono orgánico producido se comercializa en sacos de 25 kilos, ofreciendo a los agricultores una alternativa ecológica y eficiente para el mejoramiento de sus cultivos.

El éxito de Asprocaf ha despertado interés en municipios vecinos como La Calera , que buscan replicar el modelo en sus comunidades. La experiencia de Fómeque demuestra que la colaboración entre autoridades locales, productores y entidades académicas puede generar soluciones sostenibles y rentables para la gestión de residuos orgánicos.

Un compromiso con el desarrollo rural sostenible

Más allá de su impacto ambiental, la iniciativa de Asprocaf tiene un fuerte componente social. La asociación emplea a personas de bajos recursos, incluyendo jóvenes y madres cabeza de familia, brindándoles oportunidades de trabajo digno . Este enfoque ha sido clave para transformar a Fómeque en un referente de desarrollo rural y sostenibilidad.

El respaldo de entidades como CorpoGuavio y la alcaldía ha sido fundamental para el crecimiento del proyecto. "El apoyo institucional ha permitido que podamos expandir nuestro impacto y seguir innovando en el reciclaje orgánico", concluye Guevara.

Con esta estrategia de economía circular, Asprocaf se consolida como un modelo exitoso que podría marcar el camino para muchas otras comunidades de Cundinamarca y del país.