Laura Sofía Amaya, una joven madre de 23 años,perdió la vida en lo que se suponía sería una liposucción. Sin embargo, lo que parecía ser un procedimiento cosmético común y corriente se convirtió en una pesadilla cuando Amaya fue operada en una peluquería en el barrio Restrepo, al sur de Bogotá.
El trágico incidente ocurrió en septiembre de 2023, cuando Laura, procedente de España, regresó a Colombia con la esperanza de reunirse con su hijo de cuatro años y someterse a la cirugía estética por la que había pagado una suma considerable. Desafortunadamente, lo que comenzó como una búsqueda de belleza terminó en un desenlace fatal.
Según Gabriela Duarte, hermana de Laura Sofía Amaya, la joven había sido referida a la persona que llevó a cabo la operación por conocidos, quienes inicialmente reportaron resultados satisfactorios.
Sin embargo, lo que desconocían era que la supuesta especialista, Brenda Gissele Celeita, no contaba con las credenciales médicas necesarias para realizar tales procedimientos.
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Laura Sofía Amaya, pagó cerca de 7 millones de pesos por la liposucción. La hermana de Laura reveló que ella misma había experimentado complicaciones tras someterse a un procedimiento similar con la misma persona meses antes.
Brenda Gissele Celeita, acusada por la Fiscalía de causar la muerte de Laura, carecía de las credenciales médicas necesarias para realizar la cirugía, lo que desató una investigación por homicidio en Bogotá.
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El relato de Gabriela revela una serie de eventos escalofriantes, donde cuenta desde la convulsión de Laura durante la operación hasta su trágica muerte en el Policlínico del Olaya.
A medida que la historia de Laura Sofía Amaya sale a la luz, también lo hacen las preguntas sobre la responsabilidad de Celeita y la falta de regulación en la industria de la cirugía estética.
El caso de Laura Sofía Amaya no solo pone de manifiesto los peligros asociados con la búsqueda de la perfección estética, sino también la urgente necesidad de una mayor supervisión y regulación en la industria de la medicina estética. Mientras tanto, la familia de Laura lucha por justicia, buscando respuestas en medio de su devastación.
La tragedia de Laura Sofía Amaya sirve como un recordatorio de los riesgos que enfrentan aquellos que buscan mejorar su apariencia a cualquier costo.
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