Un hombre identificado como Logan Gifford ha solicitado una prueba de paternidad para esclarecer el vínculo con su hermano menor. El caso ha generado atención debido a que Gifford, de 26 años, ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de que el niño sea en realidad su hijo.
El hombre testificó que en su infancia vivió situaciones difíciles en su entorno familiar, lo que lo llevó a presentar una denuncia contra su madre, Doreene Gifford, quien en 2015 fue sentenciada a entre ocho y 20 años de prisión tras aceptar un acuerdo con la Fiscalía. A pesar de la condena, Gifford aún enfrenta las secuelas de lo sucedido, incluyendo la incertidumbre sobre la relación biológica con su hermano menor.
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Gifford ha declarado ante los medios que el niño nació en un periodo que coincide con los hechos que denunció en su momento. Además, explicó que el menor presenta dificultades cognitivas, lo que ha reforzado su preocupación, dado que algunas condiciones genéticas pueden estar asociadas a parentescos consanguíneos.
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Ante esta situación, ha solicitado a las autoridades que se realice una prueba de ADN para confirmar o descartar la posibilidad de que el menor sea su hijo.
La defensa de su madre ha manifestado que no existen pruebas que confirmen dicha afirmación y que la mujer está dispuesta a someterse a los análisis de paternidad para aclarar el caso. Sin embargo, Gifford insiste en que es necesario esclarecer los hechos para garantizar el bienestar del niño.
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Proceso legal en curso
El caso ha generado interés debido a su complejidad legal y emocional. Gifford ha expresado su intención de seguir adelante con el proceso judicial para obtener respuestas. Mientras tanto, su abogado ha señalado que la prioridad es proteger al menor y asegurarse de que se tomen las medidas necesarias para su bienestar.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado cuándo se llevará a cabo la prueba de ADN ni cuál será el siguiente paso en el proceso. Sin embargo, se espera que en las próximas semanas haya novedades sobre el caso.
Durante una audiencia judicial, Logan Gifford relató que su niñez estuvo marcada por un ambiente de consumo de drogas y experiencias perturbadoras dentro de su hogar. Según su testimonio, su madre, Doreene, lo llevó en varias ocasiones a la habitación que compartía con su padre, donde se proyectaban videos de contenido explícito.
Fue en ese contexto que, según él, comenzaron los hechos que lo llevaron años después a presentar una denuncia ante las autoridades.
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Gifford, ahora de 26 años, aseguró que estos episodios ocurrieron entre sus 10 y 16 años, periodo en el que, según sus declaraciones, sufrió constantes agresiones por parte de su madre. Afirmó que la situación se prolongó hasta que tomó la decisión de acudir a la Policía y presentar cargos en su contra.
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