Un niño de 11 años del barrio El Reposo de Floridablanca, en el departamento de Santander, permaneció escondido por sus padres durante dos días tras sufrir quemaduras por pólvora el pasado 31 de diciembre.
Según la Policía, una llamada anónima realizada el 2 de enero alertó gritos de dolor de un niño en la vivienda. Sin embargo, cuando los uniformados llegaron a la residencia, la madre y el padrastro aseguraron que solamente tenían tres hijos; a su valoración ninguno tenía heridas.
“Se hizo la verificación física de los menores y no se les encontró ninguna lesión”, informó el coronel Juan Gómez, comandante Operativo de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Horas después, una nueva llamada reveló a las autoridades que eran cuatro niños los que habitaban en esa casa, es así como los uniformados, esta vez en compañía de unidades de Protección a la Infancia y Adolescencia, se trasladaron nuevamente hasta la vivienda.
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Finalmente, la madre de los pequeños sacó al niño de 11 añitos del cuarto en el que lo escondía . El menor tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Universitario de Santander, donde es atendido por una quemadura en su ojo izquierdo, causada por un tote.
“La falta de auxilio es un hecho grave y todo lo que está circundando este hecho puede tener consecuencias legales tanto en la Fiscalía como en los derechos que tengan los padres del menor, podrían, después de un proceso en la comisaría de Familia, que el niño o si tienen más hijos no puedan seguir bajo su custodia”, contó a Blu Radio la personera de Floridablanca, María Margarita Serrano.