La comunidad de Mosquera, cerca de Bogotá, se ve consternada por el hallazgo macabro de tres cuerpos sin vida en una finca de la vereda San Francisco. Las víctimas, identificadas como primos y reportadas como desaparecidas desde el sábado 23 de diciembre, han desencadenado una ola de incertidumbre y exigencias de justicia por parte de sus familiares, residentes en la zona.
La situación se torna aún más escalofriante debido a la presunta presencia de signos de tortura, un detalle perturbador que ha captado la atención de las autoridades.
La investigación, liderada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Fiscalía, busca esclarecer los hechos y descubrir el móvil detrás de estos crímenes. Aunque no se ha confirmado vínculo alguno con actividades delictivas previas en el área, las autoridades se mantienen en la búsqueda de pistas que arrojen luz sobre lo sucedido. La finca, identificada como Santa Marta, se ha convertido en el epicentro de la indagación, especialmente tras la mención de una camioneta blanca por parte de un trabajador del lugar, detalle que está siendo minuciosamente analizado.
La consternación y el temor se propagan entre los habitantes de la región mientras se aguardan más detalles sobre este inquietante suceso. La exigencia de justicia por parte de la familia de las víctimas se hace eco en la comunidad, solicitando que las investigaciones continúen para esclarecer las razones detrás de estos homicidios. La falta de confirmaciones concretas sobre la presunta tortura genera un velo de incertidumbre que se suma a la preocupación generalizada en torno a este caso.
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El misterio y la tragedia se entrelazan en este caso, generando un clima de inquietud entre los residentes locales. Mientras tanto, las autoridades prosiguen con sus pesquisas, en busca de respuestas que brinden claridad sobre este perturbador suceso que ha conmocionado a la tranquila comunidad de Mosquera.
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