La temporada invernal no da tregua y los desbordamientos en la capital del país se siguen registrando con mucha frecuencia. ¿El motivo? De acuerdo a un estudio realizado recientemente por la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, todo apunta a que los tapabocas, los pañitos y el aceite usado que es expulsado por la cañería son los causantes del rebosamiento que se presenta en las alcantarillas de la ciudad, generando así inundaciones y calamidades domesticas.
Por ende, Cristina Arango, gerente del Acueducto, manifestó que “ es muy importante que el aceite no termine en las alcantarillas de la ciudad, hay que disponer de él adecuadamente, hacer la separación y entregarlo a los puntos donde se deben entregar. Los pañitos tampoco deben terminar en los sanitarios, es mejor que en la basura para que terminen en Doña Juana y no en el río Bogotá”.
Y es que en Bogotá se reportaron varios puntos críticos donde se presenta taponamiento de las alcantarillas; entre los más afectadas se encuentran las localidades de Chapinero, San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa. Por lo tanto, el Acueducto invirtió 6.800 millones en cuatro vehículos de succión de basuras, para de esta manera lograr liberar el alcantarillado de la ciudad y así evitar y prevenir al máximo las inundaciones.