En Colombia , la prescripción de deudas es un tema relevante tanto para los deudores como para los acreedores, pues determina el tiempo durante el cual una obligación económica puede ser legalmente exigible. Este mecanismo, establecido por la legislación colombiana, busca brindar seguridad jurídica a las relaciones económicas, al establecer límites temporales para el cobro de deudas.
La prescripción de una deuda significa que, una vez transcurrido un periodo determinado sin que el acreedor haya tomado acciones legales para reclamar el pago , el derecho a exigir dicha deuda se extingue. Es decir, si un acreedor no actúa dentro del plazo que establece la ley, pierde la posibilidad de cobrar la obligación de manera judicial.
Tipos de deudas y sus plazos de prescripción
Los plazos de prescripción varían de acuerdo a la deuda que se tenga. Estos plazos son regulados por el Código Civil, el Código de Comercio y otras normativas específicas. A continuación, se detallan los tiempos de prescripción más comunes:
- Deudas a corto plazo (3 años): Este plazo aplica para deudas derivadas de pagarés, letras de cambio, facturas y obligaciones bancarias. En estos casos, el acreedor tiene un periodo de tres años para iniciar acciones legales desde el momento en que la deuda se hace exigible. Este tipo de deudas suele involucrar créditos de consumo, préstamos personales y otras obligaciones documentadas.
- Deudas a largo plazo (5 años): Deudas más complejas, como aquellas derivadas de contratos, promesas de compraventa, conciliaciones y acuerdos de pago, prescriben en un plazo de cinco años. Estos casos son frecuentes en operaciones comerciales y transacciones de bienes raíces, donde los montos y compromisos son de mayor envergadura.
¿Cómo opera la prescripción de deudas?
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Es importante entender que la prescripción de una deuda no ocurre automáticamente. El proceso solo se completa si el deudor solicita la declaratoria de prescripción ante un juez, lo cual implica que el acreedor no puede exigir el pago una vez que la prescripción ha sido reconocida.
No obstante, durante el plazo de prescripción, si el acreedor toma cualquier acción para cobrar la deuda , como enviar una notificación de cobro o iniciar un proceso judicial, el conteo del plazo se interrumpe y comienza nuevamente.
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Este aspecto es crucial, ya que muchos deudores desconocen que la prescripción no se da de forma automática. Es necesario estar atentos a las acciones de cobro que pueda realizar el acreedor, pues cada intento de recuperación interrumpe el plazo y lo reinicia.
En el ámbito financiero y comercial de Colombia, la prescripción de deudas ofrece un equilibrio entre la protección de los derechos del acreedor y la necesidad de seguridad jurídica para el deudor. Sin embargo, tanto acreedores como deudores deben ser conscientes de los plazos y de las implicaciones legales de la prescripción para evitar sorpresas o pérdida de derechos.
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