
Con el paso del tiempo, nuestros gatos, conocidos por su agilidad, independencia y elegancia felina , también enfrentan los efectos del envejecimiento.
Aunque muchos dueños no logran detectarlos a tiempo, los cambios físicos y conductuales en gatos mayores son más comunes de lo que se piensa.
La Asociación Americana de Médicos Veterinarios (AVMA, por sus siglas en inglés) define a un gato como "mayor" a partir de los siete años y como "geriátrico" desde los once. Desde esa etapa, p ueden comenzar a presentarse alteraciones sutiles que vale la pena conocer.
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Signos de qué tu gato está envejeciendo
Uno de los primeros signos que los expertos destacan es el cambio en los hábitos alimenticios y en el peso corporal.
Investigadores de la Universidad de Cornell señalan que los gatos mayores tienden a perder masa muscular y, en algunos casos, a presentar pérdida de apetito o, por el contrario, un hambre constante asociada a enfermedades como el hipertiroidismo o la diabetes.
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Otra pista importante es el deterioro en el pelaje. A medida que envejecen, muchos gatos dejan de acicalarse con la misma frecuencia. Esto puede deberse tanto a dolor articular como a enfermedades dentales, lo que resulta en un pelaje enmarañado o con zonas calvas.
Un estudio publicado en Journal of Feline Medicine and Surgery resalta que el 90% de los gatos mayores de 12 años presentan alguna forma de artritis , lo cual afecta su movilidad y hábitos de higiene.
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El comportamiento también sufre transformaciones. C ambios en los patrones de sueño, desorientación, vocalizaciones nocturnas y alteraciones en la interacción social pueden ser indicios de un deterioro cognitivo.
Este fenómeno, equivalente a la demencia en humanos , ha sido denominado por los expertos como "síndrome de disfunción cognitiva felina" . Un trabajo de Gunn-Moore et al. (2007) en Journal of Feline Medicine and Surgery encontró que más del 28% de los gatos entre 11 y 14 años muestran al menos un signo de disfunción cognitiva.
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Asimismo, la frecuencia con la que el gato utiliza la caja de arena puede variar. Algunos gatos mayores desarrollan enfermedades renales crónicas, una de las afecciones más comunes en felinos longevos. Según la International Renal Interest Society (IRIS), hasta un 30% de los gatos mayores de 15 años padecen esta condición.
Los problemas dentales también aumentan con la edad. Halitosis, dificultad para masticar o preferencia por alimentos blandos pueden indicar enfermedad periodontal, común en gatos de edad avanzada. La American Veterinary Dental College recomienda chequeos dentales anuales a partir de los siete años.
Finalmente, no se puede pasar por alto la importancia del chequeo veterinario regular. Un estudio de Lascelles et al. (2010) subraya que muchas enfermedades en gatos mayores pasan desapercibidas hasta etapas avanzadas debido a su naturaleza reservada y su capacidad para ocultar el dolor.
Reconocer estas señales no sólo permite intervenir de manera temprana, sino también ofrecer a los gatos una vejez más cómoda, activa y saludable. Con atención, cariño y acompañamiento veterinario, los felinos pueden disfrutar de sus años dorados con la misma dignidad que mostraron durante su juventud.
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