
La madrugada del sábado 3 de mayo quedará grabada en la memoria de los amantes del vallenato como una noche llena de emoción, música y recuerdos.
El Parque de la Leyenda Vallenata volvió a vibrar con fuerza durante el homenaje que Silvestre Dangond ofreció en honor a su amigo y colega, el inolvidable Omar Geles.
Pero uno de los momentos que más llamó la atención ocurrió incluso antes de que comenzara el espectáculo: el “milagro sobre ruedas” protagonizado por Rafa Pérez.
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La ciudad de Valledupar se encontraba colapsada por el tráfico, típico en las noches del Festival Vallenato. Rafa Pérez, invitado especial al evento, se encontraba atrapado entre calles congestionadas y el tiempo jugando en contra.
Lejos de resignarse, el cantante tomó una decisión inesperada: subirse a una motocicleta para asegurarse de no llegar tarde a su cita con la historia.
Lo más sorprendente fue quesu esposa y mánager, Milagros Villamil, no dudó en acompañarlo en esa aventura sobre dos ruedas, ambos vestidos de gala y con la urgencia como combustible.
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La escena fue digna de una película: la pareja, impecablemente vestida, atravesó las calles a toda velocidad en busca del escenario donde Silvestre los esperaba.
Gracias a esta arriesgada pero efectiva maniobra, Rafa logró llegar a tiempo para compartir un momento inolvidable con el público y sus colegas.
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Ya en la tarima, Silvestre Dangond se acercó al simbólico pozo de los deseos y, conmovido, confesó que no podía interpretar ‘Si no me falla el corazón’ sin un poco de ayuda extra.
Fue entonces cuando el ambiente se llenó de energía con la aparición de Álex Manga, el intérprete original de la canción, y Rafa Pérez, quien recientemente ha popularizado una versión moderna del tema.

Ante la sorpresa del público, Dangond aprovechó el momento para enviar un mensaje de reconciliación entre los dos artistas, quienes en el pasado habían tenido desacuerdos en redes sociales por la autoría y estilo del tema.
Con palabras cargadas de sabiduría y cariño, les recordó el legado de Omar Geles: “Él era un hombre sin espacio para el resentimiento... no deben pelear pa’ que no nos falle el corazón”.
El gesto, el encuentro y la canción se convirtieron en símbolo de unión y respeto en medio de una noche marcada por la nostalgia y el amor al vallenato.
Sin duda, el viaje en moto de Rafa Pérez fue más que una anécdota: fue la muestra de que, por la música y la amistad, todo sacrificio vale la pena.
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