
Revelan error de influencer que terminó con la muerte de su bebé; un espejo, el causante
La misma creadora de contenido reveló con dolor cómo ocurrió todo y qué estaba haciendo cuando sucedió lo de su bebé: "Le di un beso de despedida".

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Lindsay Dewey, una influencer conocida por compartir su experiencia como mamá primeriza, enfrentó una de las tragedias más duras que alguien puede imaginar. A través de sus redes sociales, compartió con sus seguidores que su hijo Reed, de apenas 22 meses, murió tras un accidente doméstico que ocurrió en cuestión de segundos. El pequeño estaba en casa, aparentemente en un entorno seguro, cuando un espejo se vino abajo y le cayó encima.
La historia, por desgarradora que sea, fue contada directamente por la misma creadora de contenido. Mientras estaba en la cocina preparando la comida, Lindsay escuchó un fuerte golpe proveniente de una de las habitaciones. Corrió de inmediato a ver qué había pasado y ahí se encontró con la escena más dolorosa de su vida.
Su bebé, que apenas empezaba a caminar con firmeza, había estado jugando cerca de un espejo que no estaba fijado a la pared. En su relato, ella explicó que Reed había dejado pegado un vasito con ventosa en la superficie del espejo, y esa acción aparentemente mínima bastó para desestabilizarlo.
“No era urgente anclarlo, porque parecía imposible que cayera por sí solo”, escribió Lindsay en su publicación. La familia, completamente devastada, fue informada por los médicos de que Reed tenía muerte cerebral.
Aunque pelearon hasta el último momento por un milagro, la situación no cambió. En medio del dolor, los papás tomaron una decisión llena de valentía: donar los órganos de su hijo para salvar la vida de otros niños.
En medio de su doloroso relato, la influencer también reconoció el fallo que cometieron: no haber asegurado el espejo a la pared. Ella misma admite que no pensaron que fuera urgente, ya que el espejo era grande, pesado y estaba en un lugar que parecía seguro. Esa percepción, compartida por muchos padres y madres, terminó siendo un grave descuido.
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“No sentíamos que fuera urgente anclarlo. Parecía imposible que cayera sin razón alguna teniendo en cuenta el lugar y su peso”, escribió. Esa frase se convirtió en el punto clave del testimonio, pues da cuenta de cómo algo aparentemente sin riesgo puede convertirse en una amenaza real. El pequeño, sin saberlo, activó la caída del espejo al interactuar con él jugando, como cualquier niño curioso.
La historia de Lindsay y su esposo, Eric, rápidamente se difundió por redes sociales. Ambos han recibido cientos de mensajes de apoyo y solidaridad. Ella, por su parte, ha seguido compartiendo actualizaciones con quienes han estado pendientes del proceso. Uno de los momentos más emotivos fue cuando reveló que cinco niños recibieron órganos de su hijo.
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“Le di un beso de despedida y le susurré: ‘Ve a salvar vidas, cariño’”, fue la frase con la que Lindsay cerró su carta de despedida.
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