A pesar de su fama de signo de tierra estable y sensual, Tauro enfrenta un desafío amoroso que pocos conocen: una incapacidad recurrente para mantener relaciones a largo plazo.
En un análisis directo y sin rodeos ofrecido en El Klub de la Kalle, el Profesor Salomón revela que esta dificultad se debe a la poderosa influencia de su planeta regente, Venus, que los convierte en seres "muy enamoradizos" y proclives a la distracción.
La solución es simple, pero requiere una voluntad de hierro: "Crea en lo que tiene y deje de mirar otras cosas".
Una de las consultas más sinceras y dolorosas recibidas por el Profesor Salomón provino de un oyente de signo Tauro (nacido el 2 de mayo de 2003) que se enfrentaba a un patrón destructivo: "nada me dura, nada" en sus relaciones amorosas.
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El experto espiritual no tardó en identificar la raíz del problema, señalando a Tauro como el signo al que, intrínsecamente, se le dificultan las relaciones serias.
La explicación reside en la regencia planetaria de este signo. Tauro está gobernado por Venus, la mítica diosa romana asociada al amor, la belleza y, fundamentalmente, la pasión.
Esta influencia dota a los taurinos de una sensualidad innegable y, al mismo tiempo, de una característica que dinamita su estabilidad: son "muy enamorados". Esta pasión no se limita a su pareja, sino que se extiende a su entorno.
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El Profesor Salomón fue claro al describir la tendencia de este signo, tanto en hombres como en mujeres: Tauro "mira por otro lado" y está constantemente buscando "otras cositas".
La dificultad para ser fiel y concentrar su inmensa energía amorosa en una sola persona es lo que impide que cualquier vínculo se consolide.
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El secreto para la estabilidad, según el Profesor Salomón
Para el Profesor Salomón, entender el destino no es una cuestión de adivinación, sino de autocontrol y disciplina. Él insiste en que la astrología y el tarot sirven para "buscar las herramientas que tenemos para vivir mejor" y alcanzar el autoconocimiento.
Si bien la pasión de Tauro es una cualidad innata, debe ser manejada. No existen signos malos ni buenos, sino cualidades que deben aprenderse a utilizar.
Para el taurino que genuinamente desea transformar su historial de relaciones fallidas, el Profesor Salomón ofrece una recomendación que actúa como un mandato espiritual: "deje de mirar por ahí más cositas".
La fórmula del éxito para Tauro se basa en un cambio radical de perspectiva:
- Creer en la pareja actual: Es imperativo que Tauro "crea en lo que tiene". El constante deseo de buscar algo "mejor" o "nuevo" fuera de la relación solo disminuye el valor del compromiso existente.
- Priorizar a la pareja: El taurino debe asumir que la persona que está a su lado "es la importante para usted". Este acto de fe y priorización es el único antídoto contra la naturaleza enamoradiza que Venus les impone.
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Este consejo no solo aplica a las relaciones, sino a toda la vida. El Profesor Salomón advierte sobre la necesidad de regulación en todos los placeres, incluyendo el sexo, el tabaco y el alcohol, para no "quemar los cañonazos en los mejores momentos" y asegurar una vejez digna.
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La misma disciplina que se requiere para la salud es la que Tauro necesita aplicar para dominar su pasión y evitar que su vida amorosa sea una sucesión interminable de fracasos.
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Aunque la naturaleza de Tauro (Tierra) es considerada un buen complemento para signos como Cáncer (Agua), esta compatibilidad elemental puede fracasar si la disciplina personal no existe.
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La clave para cualquier relación duradera, según el Profesor Salomón, es el diálogo.
En el caso de Tauro, que tiende a la aventura, es vital que se establezca una comunicación real y "con sentido, con esencia" con su pareja, en lugar de evadir la confrontación o permitir que los malos hábitos (como la infidelidad o la distracción) se conviertan en rutina.
Si una persona elige no hablar para "que no se ponga a alegar" o por miedo a que la dejen, está permitiendo que el problema se repita y se enquiste, lo que inevitablemente llevará al quiebre, confirmando la profecía de que sus relaciones "nada me dura".
El mensaje final para los taurinos es un llamado a la acción y a la fe en su propio poder. Deben usar la fuerza de su regencia (Venus) no para la búsqueda constante de placeres externos, sino para cultivar el amor y la pasión dentro del vínculo elegido.
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