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El rock en español está de luto, Sergio Cisneros más conocido como ‘Kiskilla’, exteclista y acordeonista de Mägo de Oz, falleció a los 58 años tras una larga lucha contra una enfermedad pulmonar.
Su muerte fue confirmada por la propia banda a través de sus redes sociales, donde publicaron un emotivo mensaje de despedida.
Kiskilla fue una pieza clave en el sonido de Mägo de Oz durante más de una década. Formó parte de la agrupación entre los años 2000 y 2012, periodo en el que la banda alcanzó gran reconocimiento con discos icónicos como Finisterra (2000), Gaia (2003) y Gaia II: La Voz Dormida (2005).
Su maestría con los teclados y el acordeón ayudó a definir el estilo sinfónico que caracterizó a la banda en sus años dorados.
Desde el perfil oficial de Mägo de Oz, la banda expresó su tristeza con un sentido mensaje:
"Nuestro querido amigo ha dejado de sufrir y por fin ahora está donde no existe el dolor. Estos días en Madrid no para de llover y es que hasta el cielo llora su pérdida. Ha sido un honor compartir contigo el camino de baldosas amarillas. Espéranos y ve organizando un último concierto para cuando lleguemos los demás."
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El fallecimiento de Kiskilla ha conmovido a los seguidores del grupo, quienes han llenado las redes sociales de mensajes de condolencias y gratitud por su legado musical.
Antes de unirse a Mägo de Oz, Sergio Cisneros ya contaba con una destacada trayectoria en el mundo del rock y el heavy metal. A finales de los años 80 formó parte de la banda Cobra, pero fue con Mägo de Oz donde alcanzó el reconocimiento internacional.
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Su talento no solo se vio reflejado en los escenarios, sino también en la composición de canciones emblemáticas como El paseo de los tristes y La conquista.
Tras su salida de Mägo de Oz en 2012, Kiskilla continuó su carrera musical colaborando con el exvocalista de la banda, José Andrëa, además de participar en diversos proyectos dentro del rock en español.
Sergio Cisneros falleció en el Hospital de La Paz, donde recibía tratamiento por la enfermedad pulmonar que le aquejaba desde hace tiempo. Su partida deja un vacío en la escena del rock, pero su legado vivirá a través de la música que ayudó a crear y que seguirá inspirando a nuevas generaciones.
Con su talento y pasión por la música, Kiskilla se ganó un lugar en la historia del rock en español. Su huella permanecerá en cada acorde de Mägo de Oz y en el corazón de quienes disfrutaron de su arte. Descanse en paz, maestro.
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