El teniente Marlon Lengua recuerda sus bramidos como hincha frente al televisor. Un mes antes de la tragedia, su equipo, el Junior de Barranquilla, era eliminado de la Copa Sudamericana 2016 por Chapecoense de Brasil.
Semanas después, este policía luchaba en lo alto de un cerro del noroeste de Colombia para salvar la vida de Helio Neto, uno de los verdugos de su equipo, una madrugada del 29 de noviembre de ese año.
El avión que traía de vuelta a Colombia al Chapecoense, esta vez para enfrentar al Atlético Nacional por la final del torneo, cayó cuando le faltaba poco para aterrizar en el aeropuerto de Rionegro, que sirve a la ciudad de Medellín.
El equipo perdió 19 jugadores. Pero en total 71 personas murieron y seis se salvaron aunque con serias heridas, i ncluido Neto, el último sobreviviente de una tragedia ocasionada probablemente por el exceso de peso y la falta de combustible.
Cuando ya se había esfumado toda esperanza de vida, Lengua encontró a Neto casi "totalmente destruido". Un fuerte aguacero obligó al teniente y otros policías a rezagarse de las brigadas que estaban saliendo de la zona.
Unos gemidos débiles, casi inaudibles, lo llevaron hasta un punto donde algo "se inflaba". Era el tórax del defensa brasileño cubierto de ramas y láminas retorcidas.
"Tengo una persona más con vida, ¡lleguen rápido! Traiga un machete porque está entre las matas", recuerda haber dicho por radioteléfono.
Hacía apenas unas horas que el teniente había visto el cuerpo del único jugador que recordaba bien del Chapecoense, el "peludo" delantero Everton Kempes.
La lluvia había convertido el cerro de 2.600 metros de altura en una trampa de barro.
Lengua y sus compañeros tuvieron que bregar durante horas, entre matorrales, con el cuerpo maltrecho del espigado defensa hasta sacarlo al sitio de donde finalmente fue trasladado al hospital.
Exhausto y embarrado, el oficial subió a la ambulancia que trasladó a Neto a La Ceja. Durante 11 días el defensa estuvo en coma en una clínica del municipio de Rionegro, adonde fue trasladado por su situación crítica.
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