El Cristo Redentor, ícono mundial y orgullo de Brasil, se convirtió en escenario de un hecho insólito que rápidamente dio la vuelta en redes sociales. Un hombre, acompañado por otra persona, logró escalar hasta la mano derecha del monumento y desde allí lanzó un arriesgado salto en parapente sobre la laguna Rodrigo de Freitas.
El video de la maniobra se compartió a través de plataformas digitales y en cuestión de horas ya tenía miles de reproducciones, generando tanto asombro como indignación. La escena muestra cómo el intrépido visitante, vestido con equipo especial, se balancea por unos segundos sobre el brazo de la estatua antes de tomar impulso y lanzarse al vacío, dejando a los testigos con la boca abierta.
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De inmediato, el Santuario del Cristo Redentor emitió un comunicado en el que condenó la acción y aclaró que se trata de una grave violación al monumento, catalogado como patrimonio cultural e histórico. Según la administración, los dos hombres subieron indebidamente al área restringida, poniendo en riesgo no solo la integridad de la estatua sino también su propia vida.
El caso fue puesto en manos de la 7.ª Comisaría (Santa Teresa), que adelanta la investigación como un posible daño a bien cultural administrado por la Arquidiócesis de Río de Janeiro. Las autoridades ya solicitaron apoyo de la Policía Militar y revisan las grabaciones de cámaras de seguridad con el fin de identificar a los responsables.
Por ahora, no se sabe quiénes son los protagonistas del arriesgado salto ni cómo lograron evadir los controles de seguridad del lugar, que diariamente recibe a miles de turistas. El Cristo Redentor cuenta con vigilancia permanente y sistemas de monitoreo, aunque este episodio demuestra que hubo un descuido que fue aprovechado por los involucrados.
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El guía turístico David Moreira Figueiredo, quien se encontraba en la zona y alcanzó a grabar parte de la secuencia con un dron, relató cómo se enteró de lo que estaba ocurriendo. “Un guardia nos avisó que había alguien sobre el brazo del monumento. En varios momentos se le veía tratando de acomodarse, apoyando los pies en los dedos de la estatua y moviéndose hacia adelante y hacia atrás. Entre la valentía y el peligro, la línea era muy delgada”, señaló.
El testigo explicó que solo pudo registrar una parte de la maniobra debido a que su tarjeta de memoria se llenó en plena grabación. “Al primero que saltó no lo alcancé a ver porque justo estaba organizando mi equipo. Cuando regresé, quedaba solo uno. No logré filmar el instante exacto en que se lanzó, pero puse a grabar directamente en el dron y capturé el final del sobrevuelo”, contó.
El salto, además de arriesgado, puede traer consecuencias legales bastante serias. La legislación brasileña contempla sanciones severas para quienes atenten contra bienes culturales de la nación, y este acto no es la excepción. Aunque hasta ahora no se ha dado con la identidad de los responsables, las autoridades ya advirtieron que habrá consecuencias.