
Compró un sándwich de pollo y terminó en coma; esto descubrieron
Un joven de 30 años quedó en coma y con graves secuelas tras consumir un sándwich de pollo comprado en un supermercado, ¿qué tenía?

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Blake Pennell, un artista 3D de apenas 30 años, nunca imaginó que comprar un simple sándwich de pollo en el supermercado lo dejaría al borde de la muerte. Todo comenzó el 14 de junio de 2024, cuando empezó a sentirse muy mal en su casa en Stoke-on-Trent, Reino Unido. No podía levantarse del sofá, pero no sospechaba que lo que venía sería mucho peor.
Una semana después, mientras vomitaba en el baño, se desplomó sin previo aviso. Su pareja, Lauren Hale, estaba con él en ese momento, pero asegura que no parecía estar sufriendo un derrame cerebral.
Blake hablaba normalmente, levantaba los brazos sin problema y no mostraba señales típicas como rostro caído o dificultad para expresarse. Por eso, ni ella ni los médicos pensaron en un diagnóstico neurológico de entrada.
Un vecino lo cargó y lo llevó a urgencias del Hospital Royal Stoke. Al principio nadie detectó el verdadero problema. Solo una hora después, cuando empezó a arrastrar las palabras, todo cambió. Le hicieron una tomografía urgente y ahí encontraron lo impensable: estaba sufriendo un ictus de la arteria basilar, una obstrucción poco común que afecta la parte posterior del cerebro.
Lo llevaron de inmediato a una trombectomía, un procedimiento que busca extraer coágulos de sangre. Parecía que lo peor ya había pasado, pero al día siguiente Blake tuvo que ser llevado a cirugía de emergencia: desarrolló una hernia amigdalina cerebral, una complicación donde el cerebelo se desplaza hacia el canal espinal y genera inflamación severa. Lo operaron de urgencia con una craneotomía posterior, una intervención crítica que no muchos logran superar.
Después de la cirugía, Blake pasó más de un mes en coma, conectado a un respirador artificial. Le practicaron una traqueotomía y, desde entonces, ha pasado ocho largos meses en el hospital, avanzando lentamente en un proceso de recuperación. Los médicos incluso llegaron a pensar que podría tener muerte cerebral.
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Tiempo después, se confirmó que tenía escherichia coli en el organismo. Esta bacteria puede provocar una condición que altera la coagulación de la sangre y derivar en un derrame cerebral. Según Lauren, no hay otra explicación para lo que pasó. Él no fuma, no bebe y siempre había estado saludable. La única pista: un sándwich de ensalada de pollo que compró días antes.
Todo esto ocurrió en medio de un brote nacional de E. coli en Reino Unido que, entre mayo y junio de 2024, afectó a más de 270 personas y provocó varias hospitalizaciones. La familia de Blake cree que el alimento que consumió estaba contaminado y fue la causa de esta cadena de complicaciones médicas.
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Lauren ahora viaja tres horas todos los días para estar con él en el hospital, mientras su familia sigue en Norwich, a más de 300 kilómetros. Para cubrir los gastos de la recuperación, habilitó una página de GoFundMe, ya que el camino hacia la rehabilitación será largo. Aunque la situación sigue siendo compleja, la familia confía en que, con fisioterapia y apoyo, Blake pueda recuperar parte de su calidad de vida.
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