El uso irresponsable de un hoverboard vuelve a causar polémica. Seth Lookhart, un exdentista de Anchorage, Alaska, fue condenado esta semana a 12 años de prisióndespués de que un vídeo suyo extrayendo un diente mientras montaba una patineta eléctrica se volviera viral.
Lookhart fue declarado culpable en enero de 46 delitos graves y menores, que incluían fraude al seguro médico, actos dentales ilícitos e imprudencia.
Entre sus prácticas peligrosas se encontraba el uso excesivo de sedantes, lo cual puso en riesgo la vida de sus pacientes, según informó RT.
El Tribunal Superior de Anchorage sentenció a Lookhart este lunes por más de 40 cargos, incluyendo la extracción de dientes sin el consentimiento de los pacientes, fraude al programa Medicaid y práctica ilegal de la medicina.
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El caso de Lookhart ganó notoriedad por un incidente específico descrito en una demanda presentada por el estado de Alaska en 2017.
Lookhart mientras usaba un hoverboard, extrajo un diente de un paciente sedado, grabó el procedimiento y compartió el vídeo con varias personas. Este acto de imprudencia se sumó a una serie de prácticas peligrosas y fraudulentas.
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Además de las extracciones sin permiso, Lookhart sedaba innecesariamente a los pacientes para acumular cargos fraudulentos a Medicaid, sumando casi 2 millones de dólares en estafas. Este hecho fue confirmado por mensajes de texto en los que el dentista se jactaba de ofrecer un "nuevo estándar de atención".
Durante el juicio varias víctimas testificaron contra Lookhart. Veronica Wilhelm, la paciente del vídeo del hoverboard, declaró en el tribunal: "No tengo nada malo que decir sobre la extracción del diente, la aprecio, pero creo que lo que hiciste fue escandaloso, narcisista y demencial".
El juez Michael Wolverton del Tribunal Superior destacó la abrumadora cantidad de pruebas, respaldadas a menudo por los propios mensajes, fotos y vídeos de Lookhart.
El Departamento de Derecho de Alaska informó sobre la condena, subrayando que el caso no solo pone de manifiesto la imprudencia de Lookhart, sino también su desprecio por la seguridad y el bienestar de sus pacientes.
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Con esta sentencia, se espera que se haga justicia para las víctimas y se envíe un mensaje claro sobre las consecuencias de prácticas médicas negligentes y fraudulentas.
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