
Lo que parecía un simple regaño maternal terminó en una tragedia que ha conmocionado a toda Italia. En el pequeño pueblo de Racale, región de Apulia, Filippo Manni, un joven de 21 años, fue arrestado por acabar con su mamá, Teresa Sommario, de 54 años, tras una breve discusión. El detonante: haber sido reprendido por entrar a casa sin saludar.
El crimen ocurrió el pasado 17 de junio, cuando Manni, sin mostrar señales de arrepentimiento, golpeó repetidamente a su mamá con un hacha. La herramienta, que había sido parte de su infancia como boy scout, se convirtió en el arma con la que cometió uno de los homicidios más impactantes del año en el país europeo.
Otras noticias:
La comunidad, descrita como un lugar tranquilo donde todos se conocen, quedó profundamente afectada. Según el alcalde Antonio Salsetti, “nadie imaginó algo así. Todos conocíamos a Teresa y a su familia. Esto nos dejó el alma rota”.
La mamá era querida, el hijo parecía tranquilo
Teresa Sommario era conocida y respetada en Racale. Trabajaba desde casa y criaba a sus tres hijos. Filippo, el mayor, estudiaba Economía en La Sapienza, en Roma, y había vuelto al pueblo por vacaciones. Pese a que su entorno lo describía como un joven tranquilo, algunos problemas recientes podrían haber encendido la chispa de su comportamiento violento.
Publicidad
Fuentes cercanas aseguran que Filippo estaba en medio de una crisis personal: deseaba dejar sus estudios universitarios para dedicarse a la música, lo cual generaba tensiones con su mamá.
A esto se sumó un accidente de tránsito con el carro familiar y otros episodios de frustración. Según testigos, había roto el parabrisas del auto días antes de que se presentara el hecho.
Publicidad

Después del crimen, caminó por las calles sin rumbo fijo, sin camiseta y visiblemente confundido. Al ser detenido, dijo que no intentaba escapar, solo quería ir a la playa o al cementerio a visitar a su abuela. Su actitud desconcertó aún más a los agentes.
Un caso sin sentido que deja preguntas sin respuesta
Durante su declaración, Filippo Manni confesó fríamente que ya había pensado en acabar con su mamá en otras ocasiones, aunque siempre en tono de broma. Esta vez, simplemente “se le apagó todo”, según sus propias palabras, subió a su habitación, tomó el hacha de la pared y la atacó sin más.
Más noticias:
La mamá fue golpeada en la nuca, cabeza y pecho. Incluso su computador fue destruido por el joven. Al ser preguntado por qué lo había hecho, respondió: “Porque hablaba”. Actualmente, se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio y bajo estricta vigilancia.
El crimen ha dejado a toda una comunidad sumida en el dolor y la confusión. Amigos, vecinos y autoridades locales siguen preguntándose cómo un acto tan cotidiano como un regaño maternal pudo terminar en una tragedia tan desgarradora.
Publicidad
Te puede interesar: La verdad del arresto viral: madre e hija detenidas en EEUU; ¿ERAN INDOCUMENTADAS?
Publicidad