El 22 de diciembre, una tragedia estremeció a Colombia luego de que lapatrullera Paula Celis fuera brutalmente asesinada en su hogar, presuntamente a manos de su pareja sentimental, el también policía Carlos Eduardo Padilla.
La crudeza del crimen, marcada por más de 22 cuchilladas en el cuerpo de la víctima, fue revelada en la audiencia judicial de este 28 de diciembre, en la que Padilla no aceptó cargos.
Según los investigadores, en la noche de la tragedia, Padilla ingresó con normalidad al conjunto residencial donde vivía con Celis.
Horas más tarde, alrededor de las 2:20 a. m., vecinos alertaron sobre una violenta disputa en el apartamento de la pareja. Padilla trató de calmar los ánimos entre los residentes, asegurando que la situación "no volvería a pasar".
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Sin embargo, al amanecer, imágenes de una cámara de seguridad captaron a Padilla abandonando el lugar con su hijo de siete meses en brazos, acompañado de equipaje y con una venda en su mano derecha.
Acto seguido, tomó un taxi hacia el norte de Bogotá, entregando al bebé a su exnovia con una mentira elaborada, afirmando que la madre del niño llegaría desde Cartagena para recogerlo.
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La ausencia de Paula Celis en su trabajo, sumada a la falta de respuesta a las llamadas, desató la alarma entre sus seres queridos. Conocedores de los conflictos y el maltrato físico y psicológico que la patrullera sufría a manos de su compañero, la familia temió lo peor al no poder contactarla.
Leonor Merchán, directora seccional de Fiscalías en Bogotá, reveló un detalle macabro: el propio agresor, tras cometer el crimen, continuó utilizando el celular de Celis para responder mensajes, desviando la atención de aquellos preocupados por su paradero. Esta astuta artimaña se reveló como un acto despiadado para encubrir su atroz acto.
Los forenses calificaron el ataque como "overkill", indicando que las numerosas heridas infligidas a Celis demostraban una violencia desproporcionada que fácilmente pudo haberle arrebatado la vida en cualquier instancia.
El presunto feminicida, Carlos Eduardo Padilla, permanece detenido en prisión por orden judicial, enfrentando las consecuencias legales de sus actos atroces.
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