Continúa el misterio por la extraña muerte del sacerdote Javier Eduardo González Pertuz quien apareció sin vida dentro de un bar en Medellín durante la madrugada del sábado 4 de febrero.
La investigación sobre este caso ha despertado varias hipótesis frente al misterio que rodea el deceso del religioso que falleció tras compartir unas bebidas junto a otro hombre en un establecimiento nocturno de la ciudad.
Sin embargo, el reciente resultado de un examen toxicológico realizado al cuerpo del religioso arrojó una conclusión inesperada y que daría un giro en la investigación de los hechos.
Pues aunque entre las hipótesis se maneja un posible homicidio por envenenamiento o por exceso de alguna sustancia para dopar y robar al hombre, al parecer, su muerte fue de manera natural.
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Esto se conoció luego de que El Tiempo revelara detalles de dicho examen y en el que se estableció, según este diario, que el cuerpo de Javier Eduardo González Pertuz no presenta evidencias de drogas o algún narcótico.
"Negativo para sustancias", indica el informe que agrega: "La muerte fue consecuencia natural y directa de muerte en estudio", por lo que estaría perdiendo fuerza la hipótesis de homicidio y se podría comenzar a contemplar una muerte natural.
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Sin embargo, aún falta conocer los resultados de otros exámenes como la necropsia que determinarían exactamente cómo falleció el sacerdote; de igual forma, las autoridades están tras la pista del hombre que estuvo con él en el bar y que quedó captado en cámaras saliendo con las pertenencias de Javier Eduardo González.
Cabe recordar que este caso inició en la noche del viernes 3 de febrero cuando el padre salió del Seminario Misionero San José, donde trabajaba formando a jóvenes; según la cronología de los hechos, el religioso se dirigió a la 1:00 a.m. a un bar ubicado en la carrera 70A con calle 42, en el barrio Laureles donde se encontró con un hombre.
El sacerdote y su acompañante se ubicaron en una mesa del fondo del establecimiento y compartieron durante cerca de media hora unas bebidas hasta cuando, según las imágenes recolectadas por los investigadores, el acompañante del cura sale del bar y llevándose las pertenencias, celular, el reloj y la billetera de Javier Eduardo González Pertuz.
Mientras tanto, el sacerdote quedó tendido sobre la mesa y sin reaccionar, por lo que los trabajadores del lugar pensaron que estaba borracho; pero a la hora de cerrar y cuando lo sacaron del bar descubrieron que el hombre estaba muerto.
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Aún es un misterio qué ocurrió con Javier Eduardo y cuál es el paradero del hombre que lo abandonó y se llevó sus cosas.
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