Jack Chapman , un australiano de 28 años, se inyectaba así mismo silicona en los testículos con el único propósito de satisfacer a su novio, Dylan Hafertepen.
De acuerdo con el portal The Stranger, Hafertepen estaba acostumbrado a ser dominante con sus parejas y hacer que estos cumplieran hasta sus más curiosos fetiches.
Entre esas peticiones, Dylan exigía que su pareja se administrara esa sustancia en el escroto .
El medio aseguró que Jack abusó de este ejercicio, ya que lo practicó en repetidas ocasiones, lo que le provocó una inflamación en el tejido pulmonar.
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La situación se complicó tanto que Chapman dejó de recibir oxígeno en los pulmones y los órganos le sangraron, complicaciones que lo condujeron a la muerte.