
El colon, también conocido como intestino grueso, es una parte esencial del sistema digestivo . Su función principal es absorber agua y electrolitos de los alimentos no digeridos y transformar los residuos en heces.
Sin embargo, cuando este órgano se ve afectado, pueden surgir trastornos como el síndrome del intestino irritable (SII), una condición crónica que se manifiesta con dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento.
Según datos de la Clínica Mayo, el SII no tiene una causa única, pero se cree que está vinculado a una combinación de factores como contracciones intestinales anormales , inflamación, infecciones intestinales y una comunicación disfuncional entre el cerebro y el intestino.
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La Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales (IFFGD, por sus siglas en inglés) también ha señalado que el estrés y ciertos alimentos pueden actuar como detonantes para quienes padecen esta condición.
Cinco alimentos podrían estar afectando tu colon más de lo que imaginas
Aunque muchos de estos productos forman parte de la dieta diaria, diversos estudios y especialistas advierten que su consumo frecuente puede tener consecuencias negativas para quienes sufren trastornos del colon:
- Lácteos
La intolerancia a la lactosa es común, especialmente en adultos, y puede provocar síntomas similares al colon irritable. La Escuela de Medicina de Harvard indica que la leche y sus derivados pueden generar distensión, gases y diarrea en personas con sensibilidad. - Alimentos ultraprocesados
Galletas, embutidos, snacks y comidas rápidas contienen aditivos, conservantes y grasas trans que alteran la microbiota intestinal. Un estudio publicado en The BMJ (2019) asocia el consumo excesivo de ultraprocesados con un mayor riesgo de enfermedades digestivas. - Legumbres mal preparadas
Aunque son una excelente fuente de fibra, si no se cocinan adecuadamente pueden generar gases y molestias. La Fundación Española del Aparato Digestivo recomienda remojarlas y cocinarlas bien para reducir sus efectos secundarios. - Bebidas carbonatadas
Refrescos y aguas con gas pueden contribuir a la hinchazón y la acumulación de gases, afectando negativamente a quienes ya sufren de sensibilidad intestinal, según señala el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU. (NIDDK). - Edulcorantes artificiales
Sustitutos del azúcar como el sorbitol o el manitol, presentes en chicles, caramelos sin azúcar y productos "light", pueden tener un efecto laxante y generar distensión abdominal. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) advierte sobre su consumo excesivo en personas con SII.
La doctora Johanna Lampe, investigadora del Fred Hutchinson Cancer Research Center, afirma que "La salud i ntestinal depende en gran medida de lo que comemos" . Por eso, una dieta equilibrada, rica en fibra natural, baja en procesados y con una adecuada hidratación puede ser la mejor aliada para cuidar el colon.
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Si presentas síntomas persistentes como dolor abdominal, cambios en el tránsito intestinal o distensión frecuente, es recomendable consultar a un gastroenterólogo. A veces, pequeños cambios en la dieta pueden generar grandes mejoras en la calidad de vida.
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